Pese a las amenazas, la administración de Eduardo Olmos no pagará el adeudo que tiene con la empresa concesionaria de limpieza, PASA, y que es superior a los 50 millones de pesos.
Este pasivo formará parte de la herencia que legará el actual Ayuntamiento al de Miguel Riquelme.
A siete días de que termine el gobierno de Eduardo Olmos, la concesionaria le reclamó por escrito el pago de dicho servicio público que presenta que se ha demorado desde julio, además de los intereses.
La empresa le fijó como plazo para cubrir el total de la deuda el viernes 27 de diciembre, de lo contrario, amenazó con paralizar el servicio el sábado 28.
No obstante, el secretario del Ayuntamiento, Gerardo Márquez Guevara, declaró que no existe el riesgo de que la empresa pare el servicio, “ya que no le conviene porque eso entramparía más el problema”.
Si bien Márquez reconoció que hay una deuda, dijo que “es muy difícil poder pagarla, en todo caso se haría una amortización”.
El funcionario minimizó la advertencia de PASA de suspender el servicio de la ciudad y declaró que el oficio que le envió a autoridades municipales “es un documento interno de cobro, sólo un estado de cuenta, un aviso, de los muchos que ha enviado en forma regular este año porque ciertamente se han tenido algunos problemas para cumplirles con el pago a tiempo, pero luego se negocia y se arreglan las dificultades”.
Dijo confiar en que antes de la fecha señalada por la concesionaria, “de la Tesorería Municipal que es a la que corresponde intervenir en este caso, se tenga alguna solución a satisfacción de la empresa”.
La empresa PASA argumentó atravesar por una etapa financiera complicada para atender sus responsabilidades básicas de operación con sus camiones, además de la nómina.
Alegó también violación a la cláusula siete del contrato de concesión por otros 15 años, que le fue renovado el 30 de marzo de 2011.
Natalia Virgil, síndica de vigilancia, informó que de acuerdo con las cuentas públicas hasta el mes de noviembre del 2013, el servicio de concesión de aseo público le ha costado al municipio de Torreón alrededor de 130 millones de pesos.