Cuando una persona se expresa de manera pública-en una conferencia, un libro, un artículo, un video, una junta, etc.- se tienen muchos tipos de respuestas y por lo general, esas respuestas son de tres tipos: Alabanza o felicitación, silencio (el cual se puede interpretar de varias formas) y crítica negativa. Las primeras son muy agradables y fáciles de manejar, a todos nos gusta ser alabados y felicitados, sobre todo con adjetivos tales como "fascinante". "muy acertado". "elocuente". Estas respuestas se disfrutan, son una recompensa a nuestro trabajo y a nuestra forma de pensar y de expresar nuestros pensamientos y nos motivan a esmerarnos más en los siguientes trabajos.
Sin embargo, las respuestas positivas no son necesariamente una retroalimentación valiosa. Para que sean valiosas deben ser específicas, ir un poco más allá, meterse en el detalle. ¿Que fue "fascinante?, ¿Que fue "muy acertado"? ¿Por qué fue "muy elocuente"?
El silencio como respuesta es muy difícil de interpretar. Hace algunos años, tras escribir varios artículos en un blog propio, varios de estos artículos no recibieron ningún comentario, a pesar de haber sido leídos por muchas personas (el blog registra el número de lectores). Uno como escritor asume en estos casos que los lectores fueron indiferentes, o les gusto el artículo, pero no lo expresaron, así o de plano no les gustó o interesó.
Cuando se reciben críticas negativas ello puede dolernos, ya que este rechazo inicialmente nos lastima por considerar que en la expresión de nuestras ideas hemos invertido energía, tiempo y pasión para expresarlas. Nuestro primer impulso es ponernos a la defensiva y querer rebatir el comentario negativo. Pero las críticas negativas, bien asimiladas, provocan cambios y nos motivan a hacer una revisión de la forma en que expresamos nuestras ideas.
La crítica negativa pública se debe desentrañar para entender su naturaleza y su verdadera causa. Así como se disfruta el comentario positivo y la felicitación, la crítica negativa se debe tomar muy en serio y reflexionar sobre ella para mejorar, ya que representa algunas ventajas:
A) Aumenta el aprecio de quienes hicieron comentarios positivos. Quienes sólo dijeron que fue "fantástico" pueden verse forzados a reflexionar un poco más y ser más específicos en su felicitación puntualizando con más detalle que fue lo que les gustó. También puede provocar que quienes no opinaron nada, opinen positivamente tomando en cuenta que un comentario negativo reta a quienes están de acuerdo con la idea criticada para actuar en su defensa.
B) La crítica crea nuevos contextos para la idea. Al ser criticadas nuestras ideas, ello genera debate y nuevos puntos de vista de quienes las conocen y nos mueve a repensarlas para expresarlas más completas y más articuladas o incluso para complementarlas con otras formas de pensamiento.
C) Nos mueven a mejorar la calidad de nuestros argumentos. Las críticas negativas motivan a la discusión, a mostrar argumentos en pro y en contra, ponen las ideas expresadas en una prueba pública que las hace más fuertes y mejores o a veces son totalmente rechazadas.
D) A mucha gente le disgusta recibir retroalimentación negativa, sin embargo, deberíamos agradecerla en lugar de rechazarla, ya que si alguien nos critica negativamente, ello significa al menos, que nos está tomando en cuenta y que no pasamos inadvertidos.
La retroalimentación negativa o positiva se debe agradecer, ya que nos motiva a la reflexión para descubrir con exactitud cómo, dónde y por qué debemos ser más constructivos, enfocando nuestros esfuerzos a ser mejores en lo que hacemos.
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