El estadio Azteca sería el recinto donde se llevaría a cabo por segunda ocasión consecutiva una final del fútbol mexicano. América recibía a León y buscaría una remontada ante los esmeraldas que les permitiera ser bicampeones.
Arrancó el partido con trepidantes emociones, unas Águilas hambrientas por otro título saltaban al terreno de juego sin temor, sin embargo, el ‘destino’ marcaría otro asunto para los de Coapa y la fortuna sonreiría para los Panzas Verdes.
A pesar de las embates continuos por parte del América, fue León quien encontró la contundencia en una delantera temible, un medio campo con gran visión y una zaga bien concentrada.
La falta de contundencia fue la cruz de los azulcremas; Narciso Mina falló a diestra y siniestra varias oportunidades claras de gol y fue abucheado por la afición, Raúl Jimenez no tuvo un gran día y Luis Gabriel Rey poco pudo hacer.
Mauro Boselli, Ignacio González y Edwin Hernández se encargarían de sepultar al América. Los locales solo conseguirían una solitaria anotación provocada por Rubens Sambueza con desvío de ‘Nacho’ González pero que sería insuficiente para lograr algo extraordinario.
Los hombres de Matosas no hicieron el mejor de los partidos, pero aprovecharon cada una de las oportunidades que se les presentaron y no perdonaron.
La noche se acercaba y la debacle americanista se incrementaba con la expulsión de ‘Maza’ Rodríguez y más adelante para el Director Técnico, Miguel Herrera.
El árbitro sonó su ocarina y el rugido de la fiera se dejó escuchar en el campo, celebrando su sexto título después de muchos años.
León consiguió su sexto título. (Jammedia)
