Al afirmar que quiere negociar con Rusia unas nuevas reducciones del armamento nuclear en lugar de hacerlo unilateralmente, el presidente Barack Obama está pidiendo colaboración a un ex enemigo en la Guerra Fría que no ha demostrado la menor disposición a aceptar el pedido.
Esto no significa que Estados Unidos no reducirá gradualmente su arsenal más allá de lo que requiere el tratado con Rusia que entró en vigencia hace dos años. Probablemente lo hará.
Pero tal vez no suceda durante la presidencia de Obama.
El presidente dijo en Berlín el miércoles que quiere recortar el número de armas nucleares estadounidenses en un tercio, lo que reduciría el arsenal a entre 1,000 y 1,100 armas.
Dijo que "buscará recortes negociados" con Rusia, un enfoque que algunos promotores del desarme nuclear califican de callejón sin salida.