El hondureño Carlo Costly dijo hoy que su selección sabe como ganarle a México y se mostró seguro que mañana, en el estadio Azteca, no van perder. (Archivo)
El hondureño Carlo Costly dijo hoy que su selección sabe como ganarle a México y se mostró seguro que mañana, en el estadio Azteca, no van perder tras su arribo a esta capital para jugar mañana la séptima jornada de la eliminatoria mundialista de la Concacaf rumbo a la Copa del Mundo Brasil 2014.
Costly, de 31 años y quien juega en el Houston Dynamo de la MLS estadounidense, fue el único jugador ofreció declaraciones al medio centenar de medios de comunicación que recibieron el representativo centroamericano en el aeropuerto de la ciudad de México.
"Sabemos de la calidad de México y de lo complicado que es el Azteca. Venimos con el ánimo a tope y convencidos de que mañana sacaremos un resultado favorable. Respetamos mucho a México pero sabemos qué tenemos que hacer y cómo hay que ganarle", declaró Costly mientras caminaba para salir de la terminal aérea.
El delantero, quien jugó para el Atlas mexicano en el 2011, dijo que sus compañeros no ofrecieron declaraciones porque "pretendemos hablar en la cancha.
"Sabemos lo que nos jugamos mañana ante México, la presión la tenemos los dos para sacar un resultado favorable, pero a ellos les urge ganar en su casa, vamos a aprovecharlo, cualquier resultado nos beneficia, estamos seguros que no vamos a perder", añadió.
La selección hondureña se ubica en la cuarta plaza del hexagonal con siete puntos, mientras que México es tercero con ocho puntos, ambos están detrás de Estados Unidos, con 13, y Costa Rica, con 11 y por delante de Panamá (6) y Jamaica (2).
El representativo, que dirige el colombiano Luis Fernando Suárez, no celebró el reconocimiento de cancha en el estadio Azteca, que se hace un día antes de cualquier partido y se marchó directo a su hotel de concentración.
Los hondureños decidieron llegar un día antes y por la noche a la ciudad de México para combatir laos efectos de altitud de la capital mexicana (2.240 metros sobre el nivel del mar) luego de que estuvieron concentrados en los días previos en Fort Lauderdale, Florida, en Estados Unidos.
