Sabías que...
ÚNICA EN EL MUNDO
La tecnología actual permite que cualquiera que tenga una computadora pueda registrar su propia vozen MP3, pero este formato nunca tendrá la elegancia de un acetato. Así, quienes prefieren una grabación única en su clase encontrarán una genial opción en la ciudad de Nashville: la Third Man Record Booth, una cabina instalada en la tienda/estudio Third Man Records (propiedad del notorio músico Jack White), a disposición de aquellos que deseen crear una pista de dos minutos en un disco de vinilo, de seis pulgadas. El aparato, original de los cuarenta, es el único en el mundo que se encuentra activo y con acceso al público en general. Las fichas para utilizarlo se venden en el mismo establecimiento, que por cierto, como extra ofrece a los usuarios algunos instrumentos en préstamo.
¡TODOS A MARTE!
Si alguna vez ha sentido que no pertenece a este mundo debe contactar cuanto antes a la compañía holandesa Mars One, la cual recluta candidatos para formar una colonia en Marte. Basta inscribirse en su página web (www.mars-one.com), aunque debe tener claro algunos puntos clave; por ejemplo, de resultar seleccionado deberá seguir un entrenamiento de siete años tras los cuales se definirá si puede o no ser un habitante del planeta rojo. La idea es que los elegidos se instalen allá en 2023 de forma permanente. Leyó bien: sin regresar a la Tierra por el resto de su existencia. Según los planes de la empresa, el dinero para costear tan ambicioso proyecto se obtendrá de un reality show en torno a los ganadores y su vida marciana.
ARTE FLOTANTE
El nombre de Florentijn Hofman va cobrando fama internacional debido a la singular pieza de arte que aparece en la imagen: Rubber Duck, un gigantesco pato de hule que el artista ha construido en varias ocasiones desde 2007, y que cada vez alcanza mayor tamaño: en la más reciente exposición en el puerto de Hong Kong midió 16.5 metros de altura, y anteriormente ha flotado en costas de ciudades como Sídney (15 metros), Sao Paulo (12) y Osaka (10). Hofman asegura que su única intención es dar forma a esculturas que impacten positivamente a la gente (en especial la adulta) y la hagan sonreír. Por ello, tiene como condición que el pato se exponga sólo en sitios abiertos, donde pueda ser admirado sin pagar.
