A trabajar. Necesidad obliga a operadores de los Torreón-Gómez-Lerdo 'rojos' a salir a trabajar sin garantías de seguridad, otros 250 choferes aseguran que no regresarán hasta tener garantías.
Ante la necesidad económica y bajo su propio riesgo alrededor de 20 operadores de los camiones rojos Torreón-Gómez-Lerdo, decidieron salir a trabajar.
"Tenemos que salir a trabajar porque hay que llevar dinero a nuestras casas, sí tenemos miedo, pero también mucha necesidad", dijo uno de los operadores
"No queremos que nos sigan quemando los camiones y menos a nosotros, pero como el gobierno no hace nada ni los policías tampoco, nosotros le tenemos que salir al quite porque tenemos familias que mantener", comentó otro de los choferes.
Concesionarios de la línea Transportes del Nazas informaron que, como lo han realizado desde el pasado viernes 16 de agosto cuando les incendiaron la primera unidad, el servicio se estará prestando sólo con diez camiones, los cuales no entrarán a las colonias y llegarán hasta el periférico de Lerdo.
"Nosotros como concesionarios entendemos a los muchachos porque hay muchos que no han trabajado desde hace más de 15 días y sinceramente no se cómo le están haciendo para mantener a sus familias, por eso decidimos dejarlos trabajar con el temor de que algo les suceda, pero no podemos detenerlos", dijo uno de los concesionarios.
Agregaron que, como medida de prevención, por unanimidad decidieron poner a trabajar a las unidades más antiguas con la finalidad de que si son quemadas los daños económicos sean menos.
"Pusimos a trabajar los camiones más viejos para que si se llegara a presentar otro incendio no nos veamos tan perjudicados, porque haciendo cuentas sólo la computadora del camión cuesta 30 mil pesos", comentó un concesionario.
Los líderes de la citada línea de transportes finalmente comentaron que esperan trabajar de manera pacífica y con la esperanza de que las autoridades de seguridad estén realizando las labores pertinentes, como se los prometieron, a fin de que ningún otro chofer pierda la vida y ningún otro camión sea incendiado.
Por su parte, algunos de los otros 250 operadores que no están trabajando dijeron que continuarán así hasta que tengan una garantía de seguridad.
"Nosotros también tenemos la necesidad de trabajar para nuestras familias, pero también nos ponemos a pensar en ellas si es que nos llegara a pasar algo, por eso muchos de nosotros no salimos a trabajar", dijo el operador.