Monumento conmemora las dos visitas de Juan Pablo II a Santiago de Compostela, la primera en 1982 y la segunda en 1989, donde presidió la IV Jornada Mundial de la Juventud.
Aquí se hallaron los restos del apóstol de Jesús. Por él se levantó una catedral y se marcó uno de los caminos más soñados por los peregrinos.
Como una gran revelación, la parte antigua de Santiago se deja al descubierto de los peregrinos. Pasadizos estrechos corren entre edificios que inmediatamente dilatan las pupilas. Son la herencia que la era medieval dejó en tierra gallega.
Mientras se avanza hacia su catedral, dedicada al apóstol Santiago, el viajero nota la ausencia de colores vivos en las calles adoquinadas, habitadas por monumentos barrocos, tan sobrias como las del cielo lluvioso de invierno, que en esta ocasión se prolongó hasta finales de marzo. Pero esto acentúa su magia, una atmósfera bohemia y nostálgica.
Rutas de fe
Hay que saber que todos los caminos llegan a Santiago. Bueno, en realidad son seis: el Francés, el Portugués, del Norte, el Primitivo, de la Plata y el Inglés. También existe una ruta marítima, pero es la menos demandada porque los creyentes, deportistas y amantes de la aventura prefieren andar a pie, en bicicleta o a caballo para vivir emociones y experiencias que sólo en tierra se pueden dar.
El más andado, desde el periodo medieval, es el Camino Francés (775 km), que entra a territorio español por Navarra y Aragón. A partir de 1993 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su vía sirvió de difusión cultural, económica y política. Ahora, es vínculo entre el visitante y los habitantes de esta región de Galicia, su rica arquitectura y paisajes formados por montañas, ríos y valles.
Estas características son suficientes para que el Camino Francés siga siendo el favorito de españoles y extranjeros, incluso de personalidades como la reina Sofía de España o del actor Michael Douglas.
Aquí no importa el credo, sólo basta una buena condición física y salud, porque en estos tiempos los motivos sobran para llegar a Compostela.
Es precisamente en esta ruta donde el resto de los trayectos se juntan y hay un punto imperdible en todo itinerario: el Monte del Gozo, la última parada antes de llegar a la catedral, la guardiana de los restos del apóstol.
A 380 metros de altura los peregrinos derraman lágrimas al divisar las torres del templo que espera su llegada, saben que en menos de una hora, dependiendo del paso de cada quien, entrarán a la ciudad.
En la parte más alta del monte se construyó un monumento dedicado a Juan Pablo II, que al igual que las estatuas de los peregrinos, simboliza el esfuerzo de los caminantes.
Aquéllos que aún conservan energía aprovechan para tomarse fotos, otros prefieren descansar para relajar los músculos o buscan refugio, porque aquí también es la zona residencial del peregrino.
Quienes han recuperado fuerza continúan; en menos de 15 minutos entran a la parte urbana.
Van con todo lo necesario en la mochila, apoyados sobre bastones especiales para caminar, en grupos o parejas. Hasta ahora no ha pasado por aquí algún solitario, pero sí una que otra bicicleta, aunque son las menos.
Surgen las primeras casas, después vías vehiculares que pasan por encima de las férreas. Por ahí se ve el museo que exhibe todo lo relacionado a la cultura gallega, para pasar a restaurantes, tiendas de artesanías y hasta panaderías que venden roscas, como las de México, pero pequeñas y llenas de azúcar para el deleite de los ahijados durante la Semana de Pascua, como dicta la costumbre entre los padrinos solteros.
Siguen calles, casas, paradas del camión y poco a poco se va descubriendo el paisaje barroco del casco viejo de Santiago, donde se les otorgará la "Compostela", un diploma oficial por haber recorrido a pie o caballo los últimos 100 kilómetros. Con bicicleta, 200 kilómetros.
Antes de llegar a catedral
No puedes irte de Santiago de Compostela sin perderte entre sus callejones que desembocan en grandes plazas con edificios que te transportan realmente al medievo. Déjate envolver por la arquitectura, que en su mayoría destaca por ser barroca.
Inicia partiendo del Parque de San Domingos de Bonaval, finca y cementerio de un convento dominico. Desde aquí tendrás una vista sorprendente de los monumentos de la ciudad. Parte hacia el Museo Etnográfico do Pobo Galego, con su famosa escalera de caracol.
Por la calle Valle Inclán hasta San Roque, verás el antiguo Hospital, situado justo al lado de la antigua Porta da Pena, entrada a la zona vieja.
Sigue el callejón de A Tafona para salir a la calle de la Virxe da Cerca, próxima a la Porta do Camiño, entrada de los peregrinos del Camino Francés. Aquí se ubica la iglesia neoclásica de As Ánimas y el Pazo de Fondevila, del Siglo XVIII.
Si das vuelta a la izquierda del callejón de los Truques y tomas la Algalia de Abaixo, área ideal para los trasnochados, busca el número 29 para que descubras la casa más antigua, que se construyó en el Siglo XI o XII.
Para ir a la parte más tradicional de Compostela, dirige tus pasos hacia Entremuros, Rúa da Oliveira y Praza dos Irmáns Gómez, al final te vas a encontrar con la puerta de la iglesia de Santo Agostiño que, según la historia, un rayo derribó una de sus torres en el Siglo XVIII.
Al lado está el tradicional mercado de abastos, el cual debes incluir en tu agenda. Apunta de una vez que los mejores días para visitarlo son los jueves y sábados, porque los campesinos de los alrededores de Santiago llevan sus productos orgánicos, tanto los que cultivan como los que preparan quesos, mermeladas, embutidos, fiambres, panes. También se venden joyas, perfumes y telas.
A unos pasos está la iglesia de San Fiz de Solovio, con una fachada románica. Este recinto es importante porque se cuenta que ahí vivió el hombre que descubrió la tumba del apóstol conocido como el eremita Paio. Desde aquí se ve la Plaza de Mazarelos, que conserva la única puerta de la Antigua Muralla, por donde llegaba el vino del Ribeiro, que representa una de las cinco zonas de Galicia, cuyas uvas tienen Denominación de Origen.
Si la atraviesas entonces descubrirás el Patio de Madres y Castrón Douro. Visita el tradicional barrio de Sar con su iglesia, la colegiata de Santa María del Sar. Su cercanía con el río que da nombre a este lugar, ha provocado que sus columnas se inclinen con la amenaza de derrumbe.
Luego dirígete a la Praza da Quintana y tómate un tiempo para admirar la fachada dividida en dos: Quintana de vivos y Quintana de Mortos, en la parte posterior de la catedral; la gran Puerta Santa, que se abre cada 31 de diciembre, para iniciar el Año Santo Compostelano; así como el ir y venir de la gente que transita.
Ahora sí prepárate con todo, porque poco a poco verás la imponente catedral de Santiago. Antes, date una vuelta por la Praza das Praterías que tiene la Fonte dos Cabalos.
Unos pasos más y estás en la Praza do Obradoiro, el escenario arquitectónico más espectacular hasta ahora recorrido, porque desde aquí puedes observar el Hospital Real con sus detalles platerescos; el Pazo de Raxoi con elementos neoclásicos; el Pazo de San Xerome, cuya portada es del Siglo XV, actual sede de la Universidad de la ciudad, y la bella fachada del tan mencionado templo dedicado al apóstol, una estructura románica en la que se han plasmado estilos como el gótico, neoclásico y barroco.
Para todo peregrino se trata del punto culminante.
Al entrar, debes subir por la parte de atrás del altar, al baldaquín central, para abrazar la imagen del discípulo -muchas veces es difícil hacerlo por culpa de las multitudes-; en un nivel más abajo, de ese mismo lado, encontrarás el sepulcro.
Un reclinatorio te espera si deseas dedicar una plegaria. El espacio puede albergar a unas siete personas más, pero de pie. No dejes pasar la oportunidad de subir hasta las cubiertas del edificio para capturar una panorámica completa del casco antiguo y parte de la ciudad nueva, así como sus alrededores, que van del Monte Pedrozo al del Gozo. Podrás observar la Cruz dos Farrapos. A sus faldas los peregrinos medievales quemaban sus ropas después de concluir el camino, como una especie de purificación del alma.
Esta vista ya estaba registrada en el Códex Calixtinus, un manuscrito de mediados del Siglo XII, que contiene relatos, piezas musicales, sermones y milagros del apóstol Santiago.
Para la mejor foto de la catedral, baja hacia la Alameda, por las calles de Fonseca y Rodrigo de Padrón, donde encontrarás el mejor ángulo. Y para una panorámica de la zona vieja, está el Paseo dos Leóns.
De compras y algo más
Entre sus calles hay tabernas tradicionales con cientos de tapas de mil ingredientes y presentaciones con carnes frías, mariscos y quesos acompañados de aceitunas. Para eso está la cervecería y bar A Taberna do Bispo. A tu paso, también se te antojará entrar a las cafeterías antiguas, una de ellas, la más tradicional, es el Café Casino Museo, o probar los chocolates de Casal Catón, que además elabora productos hechos artesanalmente, como quesos, embutidos y vinos.
Ahora concentra tu travesía por la calle Rúa do Franco, llena de taperías, tabernas para probar el delicioso y suave vino gallego, elaborado con varios tipos de uva como la godello.
Sobre este mismo corredor te toparás con tiendas para comprar algún recuerdo. No faltan aquellos con la leyenda "Santiago de Compostela" o con la imagen del apóstol, de un peregrino o de una concha de vieira que simboliza el peregrinaje.
Lo que no esperas ver son las brujas a escala, con el típico sombrero de pico, escoba y, en vez de la olla negra, una cazuela de barro, donde hacían conjuros para el mal de ojo o para conseguir un novio o una doncella.
Desde el Siglo XII se creía en su existencia y todavía hay quien continúa pidiendo favores si el vecino no es de su agrado, así que los gallegos se aceptan supersticiosos, de hecho, entre ellos usan una frase: "Yo no creo en las brujas, pero de haberlas las hay".
Cuenta la leyenda que a las mujeres mayores se les consideraba brujas, meigas en gallego, porque conocían pociones y hierbas medicinales. Y así comenzó la idea de que tenían poderes.
Dicen que por las noches hacían conjuros, que salían de sus casas y echaban mal de ojo a sus enemigos.
Guía del viajero
Cómo llegar.
Por Iberia: De México a Santiago de Compostela, con escala en Madrid. Precio: mil 288 dólares. Consulta "www.kayak.com".
Horas de vuelo.
De México a Madrid se calcula entre 10 y 12 horas. De Madrid a Santiago de Compostela la duración aproximada es entre una hora con 15 minutos y hora y media.
Documentación.
Para ingresar a España sólo necesitas pasaporte. Lleva contigo la carta de invitación de la persona que ofrecerá su vivienda para que te puedas hospedar o el documento enviado por el hotel que testifica que serás su huésped.
Consejo.
Cuando Migración te pregunte hacia dónde vas o cuál es tu destino final, contesta rápidamente y con seguridad. Que no te agarren desprevenido, el interrogatorio puede ser más largo e intimidatorio.
Idiomas Gallego y español.
Temporada.
Cualquier época del año es buena, pero se recomienda evitar ir de julio a agosto.
Dónde dormir.
Hotel Virxe da Cerca, sobre la calle que le da nombre, en el número 27. Ofrece desayuno buffet todas las mañanas, servicio Wi-Fi en cortesía en zonas públicas y al interior del hotel.
Tarifas:
de 50 a 90 euros. "vdacerca@pousadasdecompostela.com" "www.pousadasdecompostela.com".
Hostal Anosa Casa, ubicado en Rúa Entremurallas 9. Instalaciones sencillas, cómodas y familiares. Entre los servicios que proporciona está el Wi-Fi en cortesía. Tarifas: de 28 a 65 euros.
Reservaciones: "www.anosacasa.com".
Para peregrinos.
Albergue A Reboleira de Fonfría, que se ubica dentro de la ruta que sigue el Camino Francés. Se localiza en el pueblo de O Cebreiro.
albergueareboleira.blogspot.com.es
Dónde comer.
*Restaurante San Clemente. Con domicilio en la calle de San Clemente 6. Cierran todos los martes y miércoles. También es marisquería, por lo que recomendamos el pescado rodaballo, acompañado de papas con ensalada de brócoli, zanahorias, chícharos, pimiento morrón rojo y col de bruselas. Precios de los platos: de 20 a 130 euros. "www.restaurantesanclemente.com".
*Restaurante Porta Faixeira. Situado en la calle Rúa do Franco 50.
Aquí se puede probar desde un caldo gallego, pasando por productos del mar, como un pulpo á feira de Padrón, hasta las tradicionales tapas
Precios:
de cinco a 90 euros.
"www.restauranteportafaxeira.com".
*A taberna do Bispo. Cervecería, tapas y bar. También se encuentra en la calle Rúa do Franco 37-B. Su especialidad son las tapas, tiene rebanadas de la tradicional tortilla española y su carta de vinos es muy completa. Ofrece el servicio de pedir para llevar. Precios: Bocados desde
1. 50 euros.
Infaltables.
Café Casino Museo. En la calle de Villar 35. Todos los días tiene música de piano en vivo, además monta exposiciones de arte. En su menú hay tapas y paellas. Desde 10 euros.
Visitas.
A las cubiertas de la catedral. Información y reservas en "www.archicompostela.org".
Artesanías.
*Asociación Galega de Artesanía. "www.galegadeartesans.com".
*Casal Cotón, se localiza en Rúa do Franco 44. Aquí elaboran chocolates, quesos, embutidos, vinos, licores de forma artesanal. Precios, desde cuatro euros. "www.casalcoton.com".
Mayor información.
Para saber más sobre los recorridos por Santiago de Compostela visita la página "www.santiagoturismo.com". Sobre el Camino de Santiago, consulta la página: "camino.xacobeo.es". Tours por las provincias turísticas de Galicia, entra en la página de Turgalicia en "www.turgalicia.es", aquí también hay información sobre la ciudad que surgió por el apóstol y sobre los caminos.