El pasado miércoles se hacía ya pública la noticia que había corrido como rumor meses atrás sobre el destino que tendría el equipo Santos Laguna, luego de la venta del restante 50% de las acciones de Grupo Modelo, propietaria entonces de Santos Laguna y del Territorio Santos Modelo, al conglomerado cervecero internacional ABInBev.
Desde que se oficializó el traspaso, se sabía que los nuevos dueños de Modelo no tenían en sus políticas administrativas la tenencia de equipos deportivos profesionales. Con ello, por supuesto que generó una cierta zozobra se desató entre la afición santista por saber cuál sería el destino de la institución, ya que se abría la posibilidad de la venta del equipo a cualquier oferente y con ello, que la franquicia se fuera de La Laguna.
Finalmente se concretó la esperada venta del Santos, pero por fortuna, el desenlace parece que no pudo ser mejor. Alejandro Irarragorri, actual presidente del club y ejecutivo designado por Carlos Fernández, ex presidente y director general de Grupo Modelo hasta antes de la venta, fue capaz de aglutinar a un grupo de empresas y personas físicas alrededor de un proyecto que asegurara la permanencia de Santos en su casa, La Laguna.
Con ello, se salva primeramente la amenaza de la escuadra albiverde dejara de representarnos en el máximo circuito del balompié nacional, y con ello, robarnos a miles de laguneros la ilusión que se siente cada vez que la pelota rueda en un campo de futbol y el equipo santista participa.
Además con esta nueva realidad, no queda duda alguna el compromiso absoluto del presidente Irarragorri y sus socios por garantizar la prolongación de historia de un joven equipo de futbol que está por cumplir apenas 30 años de su fundación en categorías menores y que llegó a la primera división para la temporada 88-89 a través de la adquisición de la franquicia de Ángeles de Puebla.
Los primeros años fueron de sufrimiento, ya que Santos en aquel entonces era propiedad fundamentalmente del empresario local Luis Necochea, y el máximo circuito requiere de muchísimo dinero para participar en él. Necochea estoicamente supo armar una escuadra que con recursos limitados, pero comprometidos a ser auténticos guerreros, pudo mantener la categoría desde los finales de la década de los ochenta.
Transcurrieron varios años bajo la presidencia, propiedad y patrocinio de don Luis, que tenía una sociedad con los Tecos de la Autónoma de Guadalajara, pero para 1993, el Grupo Modelo entró sólidamente en la institución y entonces con esa inyección de capital se pudo armar un equipo con mayor peso específico. Esa temporada, la 93-94, el Santos alcanzó por primera vez la liguilla y obtuvo el subcampeonato, en una final disputada ante los hoy descendidos y antiguos socios, los Tecos de la UAG.
Empezaron los años de gloria para Santos, surgieron ya figuras inolvidables como Ramón Ramírez, Antonio Apud, Héctor Raimundo Adomaitis. En diciembre del ya lejano 1996, se obtuvo el primer campeonato de los 4 que se han alcanzado. En un juego trepidante el domingo 22 de diciembre de aquel año, un triunfo de 4 a 2 ( 4 a 3 global) ante el Necaxa, se conseguía el título, con un gol inolvidable de cabeza de Jared Borguetti ante un centro de Nicolás Ramírez.
Vino luego el segundo campeonato. Fernando Quirarte dirigía a los de casa y Guillermo Cantú presidía al club, aquel triunfo fue ante Pachuca. Después apareció la incertidumbre con la venta del equipo a Carlos Ahumada, aquél de los billetes con René Bejarano. Aquel desastre terminó con el casi descenso del equipo. Ya para entonces Modelo había apostado a un plan más ambicioso y Alejandro Irarragorri estaba ya al frente de la institución; Daniel Guzmán era el técnico que libró primero la pérdida de la categoría y luego el campeonato ante Cruz Azul. Benjamín Galindo obtendría la cuarta corona, frente al Monterrey.
Una nueva era inicia, la información oficial de que la empresa Orlegi, que preside el propio Alejandro, no es del todo completa, como desearía la afición conocer. La realidad es que la nueva Modelo firmó un importante patrocinio y las empresas laguneras como Soriana, Lala y Peñoles por supuesto que apoyaron. Por fortuna para todos el gobierno del Estado no aportará capital, porque si ellos tienen a Torreón como lo tienen, imaginarse lo que le harían al Santos sería espantoso. Que bueno de esta naciente etapa y enhorabuena para Irarragorri y su grupo.