El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) está saturado. Quien deambule por los pasillos en estos días de inicio de vacaciones escolares lo constatará. Lo dicen los pilotos y el propio director del aeropuerto, Alfonso Sarabia de la Garza. En momentos pico ya ha habido 70 operaciones por hora cuando el máximo recomendable es de 61. En 2012 pasaron por el AICM 29.5 millones de pasajeros. En 2014 se alcanzaría la carga máxima de 32 millones de pasajeros.
Por lo pronto la aviación comercial en México, que sufrió un desplome a partir de 2009 por la crisis económica y la epidemia de influenza, se encuentra en recuperación. El número de pasajeros transportados alcanzó un récord de 55.1 millones en 2012 (33.9 millones en aerolíneas nacionales y 21.2 millones en internacionales). La suspensión de vuelos de Mexicana de Aviación en 2010 ha sido compensada por la expansión de otras empresas.
En 2009 Mexicana transportó 6.9 millones de pasajeros, que sumados a sus filiales, Click, con 3.8 millones, y Link, con 406 mil, daban un total de 11.1 millones de pasajeros. El fuerte crecimiento de Interjet, Volaris, Aeroméxico, Aeroméxico Connect y VivaAerobús ha compensado la pérdida de Mexicana en vuelos nacionales. De 24.4 millones de pasajeros en servicio nacional en 2009 se alcanzó un nivel de 28.1 millones en 2012. En vuelos internacionales, empero, las empresas mexicanas han bajado de 6.8 millones a 5.9 millones de pasajeros entre 2009 y 2012, mientras que las extranjeras han subido de 15.7 millones en 2009 a 21.2 millones en 2012.
La saturación del AICM es el principal cuello de botella para la expansión de la aviación en México. Desde 2001 ya era claro. Por eso el gobierno de Vicente Fox impulsó el proyecto de un nuevo aeropuerto en Texcoco, que se canceló tras las manifestaciones y bloqueos de un grupo de activistas de San Salvador Atenco.
El gobierno ha recurrido desde entonces a una serie de paliativos para postergar lo inevitable. El primero fue llevar la "aviación general", los aviones privados pequeños, a Toluca y otros aeropuertos (aunque permanecieron en el AICM aviones pequeños de dependencias gubernamentales). La construcción de la terminal 2 alivió la congestión de puntos de contacto y de espacios públicos y mejoró el flujo en las pistas. La modernización del aeropuerto de Toluca permitió que aerolíneas como Interjet y Volaris pudieran centrar ahí sus primeras operaciones. Sin embargo, el público siguió prefiriendo el AICM y las nuevas aerolíneas se mudaron a él tan pronto pudieron. La suspensión de vuelos de Mexicana abrió espacios, pero éstos ya se han llenado.
El gobierno de Felipe Calderón dejó un proyecto listo para construir un nuevo aeropuerto en Texcoco sin tocar las tierras de San Salvador Atenco que generaron el movimiento de protesta. Un nuevo aeropuerto de tres pistas para operaciones simultáneas permitiría a México, de hecho, convertirse en un importante hub o centro internacional de conexiones. Con ello se crearían miles de empleos.
Panamá es un ejemplo. Un país pequeño, con apenas 3.5 millones de habitantes, ha convertido el aeropuerto de Tocumen en el Hub de las Américas. Por éste pasaron 6.9 millones de pasajeros en 2012. La panameña Copa Airlines transportó 10.1 millones de pasajeros el año pasado, casi tres veces la población del país.
La aviación de México puede tener también un despegue muy importante. Para eso, sin embargo, es indispensable contar con un aeropuerto de mayor capacidad en la ciudad de México.
BARDAS Y POLICÍAS
Que Washington gaste otros 30 mil millones de dólares anuales en bardas y policía migratoria. En México debemos promover inversiones que generen empleos aquí. Cuando ya los trabajadores no vayan a Estados Unidos porque aquí tienen empleos, los echarán de menos y gastarán dinero en contratarlos.
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