Quienes tuvieron la fortuna y el tino de acudir al Estadio de la Revolución el pasado miércoles 17 de abril vivió una velada que será difícil de olvidar. El equipo de casa hizo recordar los tiempos en que el beisbol dictaba el tema de conversación en esta divina y progresista tierra lagunera. El panorama fue de película de Hollywood: estando prácticamente derrotados, en la lona, perdiendo por pizarra de 7 carreras a 2, y después colocados a un strike de caer ante sus entusiastas aficionados, los naranjas se levantaron para forjar una de las remontadas más impredecibles que se han visto en los últimos años en el parque de la avenida Juárez.
De por sí, el beisbol es una cosa impredecible, tiene tantas variantes que hasta el mismísimo supergenio Albert Einstein reconoció la complejidad del juego, pues el miércoles en La Laguna quedó demostrado esto una vez más. El estadio registró una magnífica entrada, situación que se está tornando en una bonita costumbre, y aunque algunos aficionados abandonaron el parque cuando culminó la octava tanda, aún así una buena cantidad permaneció para presenciar el desenlace, tal y como se debe hacer.
Encontraron su recompensa los desvelados, pues Laguna fraguó su ataque, consiguió anotar 6 carreras y desató una euforia colectiva en las gradas del octogenario escenario beisbolero, que difícilmente será olvidada. Ese miércoles quedará en la memoria colectiva. Junto a los 3 cuadrangulares de Adrián González en la Serie del Caribe de Mexicali y el gol de chilena de Julio Gómez en el TSM, son los 3 momentos más emotivos que he tenido la oportunidad de presenciar en carne propia.
Voló cerveza, se alzaron muchos brazos, chocaron una gran cantidad de manos, y el júbilo fue contagioso. Muchas historias se contaron de esa noche, una de ellas obra del genial escritor Jaime Muñoz Vargas, director de Cultura de Torreón, cuya obra pueden checar en su blog, denominado "Ruta Norte". Al día siguiente, la remontada de los muchachos de Orlando Sánchez fue el tema de conversación en oficinas, restaurantes, las gorditas de la mañana, en fin, en todas partes.
En consecuencia, los boletos para el juego del jueves prácticamente se agotaron y el estadio registró una entrada de talla de juego inaugural. Y cuando parecía que el logro naranja era redondo, vino una fatal novena entrada en donde se dejó ir el triunfo y la serie. Osiris Matos entró para proteger una ventaja de 2 carreras, pero más que eso, entró para despejar dudas y dejar en claro su calidad como cerrador, entró para proteger su trabajo. El desenlace no fue el esperado por los aficionados, y la serie se tiñó de rojo.
El gesto de Matos al ser removido de la lomita en ese juego, fue como si él mismo supiera lo mal parado que le dejó esa actuación de cara a su futuro con la organización naranja. Así son los taponeros, tipos que gustan de saborear la adrenalina, que andan por la cuerda floja y disfrutan cuando sopla la brisa, pero que así mismo como gustan del peligro, saben que los riesgos siempre están latentes.
Así como nos tomó por sorpresa el movimiento del "Chipper" Méndez por Sergio Mora, probablemente encontremos en los próximos días algunas otras novedades en el roster de los laguneros. La Zona Norte está más que apretada, con minúsculas diferencias entre los líderes y los del sótano, así que por lo pronto, las rachas para bien o para mal, serán las que posicionen a los equipos en el standing, en un mes de abril bastante variante en cuanto a resultados se refiere, incluso en las series interzonas, que empezó dominando el Norte, pero los sureños se revelaron en los últimos enfrentamientos. Buen fin de semana, y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.
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