Importante en exceso es la serie que sostendrán los Vaqueros Laguna durante este fin de semana ante los Broncos de Reynosa en el estadio de la Revolución. Luego de ganarle la serie a los líderes Acereros de Monclova, un equipo más que aguerrido y que nunca se dio por vencido, el equipo naranja no ha podido salir del sótano del standing de la zona norte, pero se observa que alcanzan por momentos ese nivel de juego que los proyectó a obtener grandes resultados durante el inicio de la temporada.
Tras el triunfo en la mencionada serie, sería aún prematuro el decir que "despertaron" o que se dejó totalmente atrás el mal momento, pues todavía quedan fantasmas por sacudirse, y lo positivo es que vemos a un equipo luchando por dejarlos atrás. Orlando Sánchez está agresivo con los relevos, y le ha funcionado, sobre todo en los juegos 2 y 3 ante el acero. El manager de los laguneros además ha sido constante con sus llamados a jugadas de "hit and run", con corredores emergentes, y hasta vimos un intento de squeeze play, jugada tan vistosa, sorpresiva y muchas veces funcional, que parece olvidada en el beisbol actual.
Víctor Israel Díaz, quien parecía condenado al destierro, está haciendo un esfuerzo por hacer números que le garanticen la continuidad. El dominicano se está ponchando menos, aunque sigue siendo miembro del club de Willy Wonka, pero ya trabaja mejor los turnos, y en 6 juegos con el uniforme naranja, está bateando para .375 y ha producido 2 carreras. En el juego del jueves produjo la de la victoria ante Monclova, con hit al izquierdo en la sexta entrada.
El taponero Juan Morillo no empezó tan bien en su primera aventura en la Liga Mexicana, pues Ramón Ríos le pescó una recta y le dio cuadrangular que significó la victoria a Monterrey. Sin embargo, el quisqueyano ex de los Rockies de Colorado ha demostrado eficiencia y muchos pantalones. Además de su tremenda pedrada, que sorprende a propios y extraños al mandar rectas de 100, 102 millas por hora, una cosa realmente salvaje.
Morillo no ha acusado tanto descontrol, aunque alguna ocasión sí mandó la pelota hasta la malla de protección, volando por mucho al cátcher. Son cosas que suceden con lanzadores que tiran a una velocidad tan tremenda. Por ahora parece ser el cerrador que necesitaba el equipo naranja, pero aún falta mucho por ver, pues apenas acumuló su primer rescate y su primer triunfo, eso sí, dejando muy buena impresión y echándose a los aficionados a la bolsa.
El cambio de "la pochita" Rodríguez es difícil de entender, pues se le aguantó mucho tiempo en Laguna, para que cuando empezara a recuperar su forma, lo mandaran a Mérida en un intercambio por Linder Castro. Estoy de acuerdo en que es posible que lanzando en el sur pueda recuperar Rodríguez su efectividad, pero no sé qué tanto aporte pueda dar Castro al equipo naranja, ojalá sea mucho. Iván Araujo fue luz y sombra como primer bat: en un juego se ponchó 3 veces, y al día siguiente se embasó de todas, todas. Esperamos tome consistencia para bien.
El mes de mayo de hace 40 años fue histórico para la organización que reside en esta comarca, pues en ese mes, del calendario de 1973, los Algodoneros del Unión Laguna consiguieron 11 triunfos de forma consecutiva, una tremenda racha que incluyó victorias sobre equipos como los Alijadores de Héctor Espino o los Diablos del "zurdo" Ortiz. Una racha más o menos de ese calibre, caería de maravilla en estos días, ¿o no? Buen fin de semana, y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.
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