Perder un juego en la novena entrada cuando tenías la ventaja en el score, es quizá lo más doloroso en el rey de los deportes. Ya alguna vez en este mismo espacio, había escrito sobre la importancia de tener el apoyo de un cerrador realmente confiable, un elemento que aparezca en las últimas entradas, en la llamada "hora cero", cuando los nervios entran en turbulencia, y posea la velocidad en su recta, pero además el control de sus emociones, para poder adjudicarse los "salvamentos", estadística que no existió en las primeras compilaciones de box score, pero los periodistas de beisbol, siempre con opinión válida en las oficinas de los directivos de las ligas, propusieron se tomara en cuenta, para darle crédito a esos relevistas que preservaban ventajas de sus equipos.
Sencillamente, Laguna no ha tenido esa figura de "cerrador" durante esta campaña 2013. Los naranjas han acumulado 13 rescates en toda la temporada, 13 entre todos los pitchers que han desfilado por el roster de los laguneros. Sólo para darnos una idea, hay 11 lanzadores que por sí solos, cada uno, tiene más salvamentos en la temporada que todo el equipo de Laguna juntos. El líder del departamento, Víctor Moreno, acumula más del doble de lo que tienen todos los Vaqueros juntos (30 del cerrador de Monclova, por los mencionados 13 de Laguna en forma colectiva).
Y teniendo un equipo bateador, como ha sido el diseño de los laguneros desde hace algunos años, las probabilidades de estar en ventaja en las últimas entradas, o bien, empatados, son amplias. Pero si no se aprovechan, no sirven de nada, y Vaqueros simplemente no ha sabido aprovecharlas. El batazo de Óscar Lemus en la novena entrada del tercer juego de la serie ante Aguascalientes en el Revolución, es de ésos que simplemente decepcionan a muchos espectadores.
En noche de jueves, con un gran ambiente en las tribunas, pues este día se ha hecho tradicional la buena asistencia en el Revolución, con el mal resultado que había obtenido Reynosa, la mesa estaba puesta para ir con motivación a tope rumbo a Saltillo. Pero a Johnny Núñez se le ocurrió retar a Lemus, cuando no había ninguna necesidad, pues la pizarra estaba empatada, había 2 outs y nadie en base, y el muchacho de los hidro cálidos dio el batazo que soñó.
Claro que hay mucho mérito para el bateador, pero el que un pitcher con pasado de Ligas Mayores, y que estaba ya a punto de conseguir su objetivo, se haya descuidado, no tiene explicación. Como no la tiene el que ni Burgos, Matos o Morillo, todos con cualidades, no hayan podido con el paquete de conseguir rescates para Vaqueros. ¿Que para qué los mete el mánager? Porque debe hacerlo, tiene a un taponero que le trajeron para cerrar juegos, pues que lo haga. Es como si te compras un abrelatas, y quieres abrir los enlatados con un cuchillo. Cada elemento tiene su objetivo, digo yo.
Los naranjas no tienen margen de error, ni uno solo, ni un descuido, porque a eso se han orillado. Ganar las 3 series que restan es obligatorio, incluso alguna barrida es necesaria. Iniciaron bien con Baker ganando el primero en Saltillo, pero aún hay mucho trecho por recorrer. Entre suspendidos por doping, lesionados, contratos en Japón y otras cosas, la suerte sigue dándole vida a Vaqueros, por difícil de creer que resulte. Buen fin de semana, y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.
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