Se cumplieron ya cuatro años consecutivos en los que Vaqueros Laguna no clasifica al playoff de la Liga Mexicana de Beisbol, con todo y que en este 2013 se implementó un lugar extra para el "juego de comodín", boleto que se terminó adjudicando Monclova, para caer derrotados en el Foro Sol ante los Diablos Rojos. Muy comúnmente durante la temporada me preguntan amables gustosos del deporte, ¿cómo van los Vaqueros? ¿Esta temporada sí van a clasificar o va a ser lo mismo de siempre?
Son quizá las dos preguntas que más escucho cada año, desde hace ya siete temporadas que he tenido el privilegio de trabajar (si se le puede llamar trabajo) en el fantástico e inigualable medio del beisbol. Las preguntas no cambian, aunque mis respuestas sí han sido variantes, con lo exigente y complejo que es el rey de los deportes, se cubre un hueco y queda algún otro recoveco para soslayar. El aficionado saca sus propias conclusiones, pues tiene conocimiento del juego. Pero el que es gustoso del espectáculo deportivo, y que acude al estadio porque "le gusta el ambiente" o "a pasar un buen rato", no quiere explicaciones, lo que quiere es un equipo que dé resultados, que gane pues.
Ambos tipos de aficionados merecen todo mi respeto, con ambos me gusta platicar y disfrutar la charla beisbolera. El beisbol es tan generoso que abre sus brazos para todo aquel que esté dispuesto a dedicarle unas horas de su vida para observar las maravillas que pueden ocurrir dentro de un terreno de juego en forma de diamante. Esos resultados no llegaron para el Laguna, a mi consideración, por factores que a continuación enlisto:
El desastroso relevo en la última entrada. Es sencillamente increíble que de cuatro cerradores de calidad comprobada (Osiris Matos, Ambiorix Burgos, Juan Morillo y Johnny Núñez), ni uno solo haya podido cargar el paquete de preservar las ventajas de forma decente. Lo peor es que los cuatro tenían cualidades, Matos fue sensacional la temporada anterior, Burgos hizo buena carrera en las Mayores, Morillo tenía una recta constante en las 100 millas por hora, y Núñez estuvo en la pasada Serie del Caribe con el trabuco de Dominicana; pero la única cualidad que mostraron con la franela naranja, fue la de complicar los juegos, o bien, tirarlos a la basura.
La complicación para pegar un batazo oportuno. Aunque Vaqueros tuvo una ofensiva de respeto, con líderes individuales en los departamentos de hits, dobles, triples, bases por bolas, y porcentaje de embasarse, el batear a la llamada "hora cero" fue algo que se les complicó a lo largo de la temporada; situación que hasta cierto punto "no es rara" si vemos la juventud de su roster. Con corredores en posición de anotar, los bateadores naranjas promediaron .307 a nivel colectivo. Pero con corredores en posición de anotar, y dos outs ("hora cero"), compilaron .258.
La tardanza en la llegada de Castillo. Aunque a mí me gusta que le den la oportunidad a jóvenes en una posición tan importante como la de catcher, muchos aficionados pedían desde el inicio de temporada que se diera la llegada de otro receptor. Al llegar Wilkin Castillo, sus actuaciones les dieron la razón. Sin demeritar la labor de Gilberto Galaviz u Omar Rentería, el dominicano Castillo llegó para darle nueva vida a la ofensiva lagunera. Al lesionarse "Chipper" Méndez, este buen receptor de experiencia ligamayorista, y que se switchea al batear, dio protección a Juan Miranda para que viera mejores pitcheos. Una lástima su lesión al final de temporada.
La inconsistencia. Finalmente, una temporada sigue siendo una carrera de fondo, un maratón, y no una 10K. Si no se mantiene un ritmo bueno, ganador, a lo largo de los poco más de cuatro meses que abarca la campaña, no se puede aspirar a nada. Laguna no tuvo consistencia, el mayor reflejo es que no logró barrer una sola serie durante la temporada. Quizá ustedes consideren otros factores, me agradaría me los compartieran para poder leerlos. La próxima, analizaremos las cosas buenas que dejó este 2013, que claro que las hubo. Buen fin de semana, y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.
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