Las historias de "cenicienta" de este año vieron cortados sus finales felices durante las series divisionales. Me refiero a los Piratas de Pittsburgh en la Liga Nacional, y a los modestos Atléticos de Oakland, en el joven circuito. Los filibusteros, encabezados por el sensacional Andrew McCutchen y el tolete de Pedro Álvarez, pero apuntalados de manera muy importante por Marlon Byrd, quien jugó el año pasado con los Tomateros de Culiacán e incluso fue refuerzo del equipo mexicano en la Serie del Caribe, rompieron una racha de 21 años sin clasificar a la postemporada, y ofrecieron una tremenda serie ante los Cardenales de San Luis que tuvo que definirse en el máximo de juegos.
Mientras que los Atléticos, que tan de moda se pusieron el año pasado con la película "Moneyball", o el nefasto nombre que le pusieron las autoridades mexicanas, "El Juego de la Fortuna", toparon con unos Tigres de Detroit a quienes pusieron contra la pared, y parecía tenían adormilado al felino, sin embargo, despertaron los bates de Detroit y Jim Leyland tuvo una buena noticia para llevar a casa, cuando parecía que otra vez se quedaban en un verdadero fiasco de temporada.
Sin duda, ambas temporadas, la de Piratas y la de Atléticos, deben dejar satisfechos a sus aficionados y comprometidos a sus directivos a darle continuidad al talento que han logrado reunir, para poder seguir siendo competitivos y que no se queden en solamente un año ganador. Otros que sorprendieron fueron los Indios de Cleveland, pero se quedaron en el juego de comodín ante unas Rayas de Tampa que supieron crecerse en el momento más oportuno. Sin embargo, todas estas escuadras se quedaron en el camino, diciéndole adiós a una larga temporada de esfuerzo y superación, pero un solo juego les margina de seguir disfrutando el mágico octubre; el beisbol, como todo lo bueno de la vida, suele tener su dosis de crueldad.
Las series de campeonato nos dejan a cuatro equipos muy poderosos, equilibrados y que fueron sumamente regulares a lo largo de la exigente temporada de 162 juegos. Quizá los Dodgers de Los Ángeles son los únicos que rompen con el tema de la regularidad, pues empezaron mal, con tropezones, se llegó a rumorar el despido del manager Don Mattingly, pero con la llegada de la segunda mitad del calendario, y sobre todo del cubano Yasiel Puig, las cosas cambiaron radicalmente para bien, a favor de los californianos, que se convirtieron de súbito, en el rival a vencer.
Dodgers despachó rápido a los Bravos de Atlanta, cuando parecía ser una serie mucho más pareja, pero el momento anímico está con los de Adrián González, que tienen en el zurdo Clayton Kershaw a una auténtica garantía. Sus rivales son los históricos Cardenales de San Luis, que son hoy por hoy la mejor organización del beisbol de las Mayores. Vendieron a figuras, sufren con los lesionados, se jubiló su manager… y ellos siguen ganando. Hay que estar pendiente con las decisiones de los managers en cuanto a sus rotaciones abridoras, pues en estos días una decisión se torna trascendental.
El pleito en la Liga Americana va a estar más que sabroso, con genuinos tumbabardas en parques donde vuela alto la de 108 costuras. El carácter y el temple de Verlander, Lackey, Scherzer, Lester y compañía estarán sometidos a pruebas constantes, y los nervios de los aficionados a uno u otro equipo, también estarán tambaleantes. Es una serie imperdible. Comienza la temporada del beisbol de la Liga Mexicana del Pacífico, con su gran nivel y ahora con múltiples plataformas para poder observar los juegos. De nuestra Liga de la Costa escribiremos en otra ocasión, con el permiso del de arriba, y de nuestros editores. Buen fin de semana, y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.
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