Durante la asamblea extraordinaria de la Liga Mexicana de Beisbol, celebrada desde el martes anterior en Cancún, Quintana Roo, la directiva de Vaqueros Laguna aprovechó para anunciar algunos de sus primeros cambios rumbo a la temporada 2014 de nuestro beisbol de verano. Tuvimos en exclusiva durante uno de nuestros programas en GREM Radio Deportes, y en el Twitter de El Siglo de Torreón, el anuncio de Lino Rivera como manager naranja para la próxima temporada.
No dejó de ser una sorpresa, debido a que Orlando Sánchez siempre había comentado que firmó un contrato por dos años, sin embargo, al parecer en el análisis después de su primera temporada de gestión no terminó por convencer a los encargados de la oficina para aventurarse a ir de la mano durante el 2014. Orlando hizo bastante con los elementos que contaba, aunque sí fue un manejador renuente a ejecutar jugadas como el toque de bola sorpresa o squeeze play. Ciertamente había aficionados inconformes con su manejo de equipo, pero es una constante en todos los managers de cualquier beisbol de todas partes del mundo. En fin, parece ser algo intrínseco en la profesión de manejar equipos del rey de los deportes.
Basta con recordar el viejo dicho beisbolero: "si ganas, gana el equipo. Si pierdes, pierde el manager". Lino Rivera llega precedido de buenas campañas con Monclova, donde es muy querido, con Yucatán fue campeón en las épocas de don Gustavo Ricalde y con Monterrey logró el liderato absoluto de la liga, aunque no logró el gallardete y terminó entre dimes y diretes con Pepe Maiz. De Veracruz también salió por la puerta de atrás, al ser despedido unos días después de que trascendió se había liado a golpes con Jorge Guzmán.
Ahí, el proceder de la directiva no fue transparente, y al parecer tampoco adecuado, pero es lo que sucedió. Ahora mismo está manejando a los Tomateros de Culiacán en la Liga Mexicana del Pacífico, quienes marchan en quinto lugar del standing, con 10 ganados y 12 perdidos, en una temporada sorpresiva, donde los tricampeones Yaquis están de últimos. Vaqueros también se hizo de Christian Alan Quintero, quien llegó procedente de los Guerreros de Oaxaca, a cambio de Hernando Arredondo. Quintero sólo participó en 65 juegos durante la temporada anterior, promediando .300 en 223 turnos al bate, con 19 dobletes, 5 jonrones y 28 carreras impulsadas.
Arredondo tuvo un buen año ofensivo con Laguna, a pesar de que se metió en más de un slump. Su problema fue con el guante. Si Quintero se mantiene sano, puede ser de muy buen aporte, al ser un gran chocador de pelota (alguna vez pegó de hit en 35 juegos consecutivos en LMP), y su defensa es de calidad, podría jugar el jardín derecho para dejar a Araujo en el central y Santiago González en el izquierdo. Se habla también de que vendría el catcher Saíd Gutiérrez, a cambio de Ramón Ramírez, pero esa es información que está aún a reserva.
En el papel son cambios que deben traer más cosas buenas que malas al Laguna, que sigue tratando de armar un equipo que pueda dar pelea, aunque sobreponerse a la muy sensible baja de Juan Miranda por irse al beisbol japonés, sigue siendo una tarea tan complicada como cruzar el Niágara en bicicleta. Hace unos días tuve oportunidad de presenciar la final de la Liga de Beisbol Infantil en Francisco I. Madero, donde me llenó de alegría el ver a tantos niños que practican el Deporte Rey, a familias enteras observando el juego y apoyando en sana paz, y, sobre todo, a gente que trabaja con entusiasmo por impulsar el beisbol de manera desinteresada, como el caso de Rosendo Rosales, presidente de esta liga infantil, así como del buen Cosío, quien me permitió narrar un par de entradas del entretenido juego que se definió en extrainnings. Enhorabuena y a seguir trabajando con ese temple. Buen fin de semana, y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.
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