SITUACIÓN: Con corredor en primera base, el bateador da una línea fuerte hacia la inicial, el corredor había salido con el lanzamiento, por lo que el primera base también se despegó de la almohadilla y, por ende, de la raya de fair. La pelota rebasa el fildeo del primera base, pero por la potencia, el umpire que está en esa posición no alcanza a reaccionar y la bola le golpea para quedar muy cerca del primera base. El corredor sigue su camino, pensando que la bola está muerta y él a salvo, sin embargo, el primera base se reincorpora, toma la esférica, pisa la inicial y tira a tercera, donde esperan para tocar fácil al corredor. Salta de inmediato el manager a reclamar que la bola estaba muerta y sus corredores deben ser safe, ¿qué le va usted a decir como umpire? La respuesta, al final de la columna.
De luto ha estado el beisbol mexicano en el último mes de este 2013, con pérdidas irreparables de hombres que dejaron huella honda entre los aficionados y seguidores del Rey de los Deportes. Dice una canción ranchera que "diciembre me gustó pa' que te vayas", y ahora así fue el llamado del manager celestial para un par de figuras que enaltecieron a su majestad el beisbol durante el tiempo que habitaron este mundo.
Primero fue Arnoldo "Kiko" Castro, inolvidable figura de los Tigres hoy de Quintana Roo, pero en sus tiempos de campeonísimos, cuando Castro defendía con orgullo su franela, habitaban la Ciudad de México, para ser conocidos como "Tigres capitalinos". Nacido en Guasave, Sinaloa, donde también vio la última luz, jugó durante 12 temporadas con el equipo de bengala, luego de debutar en un equipo coahuilense: los ya desaparecidos Piratas de Sabinas.
Castro impuso distintos récords individuales con el bate en el equipo del ingeniero Alejo Peralta, donde formó parte del inolvidable "cuadro del millón", con Rubén Esquivias en primera base, Castro en la intermedia, Armando Murillo en tercera, Fernando "El Pulpo" Remes en el short stop, y Gregorio Luque como catcher. También jugó en la Liga Mexicana del Pacífico, con distintos equipos como los Ostioneros de Guaymas, Cañeros de Los Mochis y Algodoneros de su natal Guasave. Representó a México en 2 ocasiones en la Serie del Caribe y fue exaltado al Salón de la Fama de nuestro beisbol mexicano en 1995.
El apelativo de "El cuadro del millón" fue una ingeniosa y atinada invención de otro gigante beisbolero que también hace apenas unos días partió a su encuentro con el señor: Pedro "El Mago" Septién. Nativo de Querétaro, su romance con el deporte y las letras dio como resultado a un cronista incomparable. Dotado de una memoria prodigiosa, además de un carisma notable, "El Mago", conocido así por su destreza para realizar trucos de naipes, rebasó las fronteras de un locutor o comunicador para alcanzar alturas insospechadas que lo catapultaron incluso a aparecer en buena cantidad de películas mexicanas, cuando la industria cinematográfica en este país aportaba filmes a raudales.
"El beisbol es un drama sin palabras, un ballet sin música y un carnaval sin colombinas", es sólo una de las miles de frases recordadas del sensacional comunicador, que hasta en sus últimos años de existencia deleitó a los aficionados con anecdóticos datos compartidos durante las transmisiones en televisión nacional de la Serie Mundial. Fue el encargado de narrar el primer juego de beisbol que se transmitió a control remoto, la primera transmisión de ese tipo en toda la historia de la televisión.
Su voz, sus conceptos, su afán por la certeza, tenían un común denominador: pasión. Todo un ejemplo para quienes hemos tenido el honor de sentarnos frente a un micrófono y compartir con la audiencia lo que sucede en el terreno de juego. Narró más de 50 Series Mundiales, y en 1988 fue exaltado al Salón de la Fama de nuestro beisbol, en una clase selecta, pues entró junto a nuestro lagunero Horacio "El Ejote" Piña, y al mítico cañonero Héctor Espino el "Supermán de Chihuahua". Descansen en paz Arnoldo Castro y Pedro Septién, dos figuras inconmensurables que seguramente desde donde quiera que estén seguirán disfrutando del Rey de los Deportes.
Una gran oportunidad tendremos los aficionados en esta región para disfrutar de la serie final en la Liga Mayor de Beisbol de la Laguna. Orioles de Gómez Palacio, con Héctor Guerrero como manager, tratarán de impedir que los Saraperos de San Pedro de las Colonias consigan el hito del tricampeonato. No pierdan oportunidad amigos, y vamos a los parques de pelota; el sábado en el Estadio Gómez Palacio, y el domingo en la Unidad Deportiva de San Pedro, ambos días a las 13:15 horas. Será un choque de poder a poder y vale mucho la pena.
En nuestro beisbol infantil también habrá una gran fiesta durante este domingo, cuando se celebren las finales de diversas categorías de la Liga de Beisbol Infantil y Juvenil Sertoma. Desde las 9:30 de la mañana habrá acción en el Parque Sertoma de Torreón Jardín, con un juego amistoso de la categoría "Chupones", y los juegos de campeonato en las categorías de 7 y 8 años, 9 y 10, 11 y 12. Suerte para todos los pequeños peloteros y sus managers y coaches, y los aficionados vamos a disfrutar y apoyar a los peloteritos.
RESPUESTA: Si un umpire es golpeado por una bola bateada antes de pasar a un fildeador, la bola está muerta. En cualquier otra bola bateada o tirada, la bola está viva cuando el umpire es golpeado por la bola. Una interferencia del umpire también ocurre cuando el juez de home interfiere con el intento del catcher para retirar a un corredor en un robo de base. Reglas: 2.00 interferencia, 5.09 (b), 5.09 (f). Feliz Navidad a los lectores de esta columna, que el amor nazca en sus corazones, como nació el niño Jesús para colmarnos de bendiciones. Buen fin de semana, y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.
Aaronaldo9@hotmail.com
