Semana volátil. El mercado accionario retrocedió al final de la jornada semanal.
En el segundo trimestre del año se acentuó la desaceleración de la economía mexicana y los riesgos de menor actividad se han elevado, expuso la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico).
Al dar a conocer su decisión de política monetaria, señaló que decidió mantener sin cambio el objetivo de tasa de interés interbancaria a un día, en 4 por ciento.
No obstante, definió que la situación de la economía para la primera parte del año no fue positiva.
"La información más oportuna acerca de la economía mexicana sugiere que la desaceleración que se ha venido registrando desde la segunda mitad de 2012 se acentuó de manera importante en el segundo trimestre de 2013 como reflejo de una considerable desaceleración de las exportaciones y de la debilidad en el gasto interno", detalló. Agregó que ante la expectativa de los cambios en la política monetaria de Estados Unidos, el peso se depreció frente al dólar y las tasas de interés de largo plazo aumentaron considerablemente. "Se espera que el ritmo de actividad económica aumente en la siguiente mitad del año. No obstante, a la luz de la rapidez y profundidad con la que se ha dado la desaceleración de la economía, los riesgos a la baja para la actividad económica en México se han elevado", agregó.
Para el Banco Central la economía mundial ha seguido desacelerándose y en Estados Unidos, los pronósticos de crecimiento económico para el año se han continuado revisando a la baja, a pesar de que ha sido notoria una mayor creación de empleos en meses recientes.
Recordó que la expectativa de recuperación del empleo en EU ha llevado a la Reserva Federal de ese país a una posible disminución en su ritmo de compra de activos. "Ello se ha traducido en un incremento en sus tasas de interés de largo plazo, debido a la descompresión de primas de riesgo, y ha propiciado un incremento en la volatilidad en los mercados financieros internacionales", advirtió.
A este escenario se suma la debilidad en la zona del euro, a consecuencia de desendeudamiento de los sectores público y privado, a la persistente fragilidad del sistema financiero y a un lento avance en la agenda estructural.