En América Latina en 2011 fallecieron 236 mil niños “que no llegaron a cumplir cinco años de vida y la mitad de ellos murieron antes del primer mes de vida y la mitad de estas muertes eran prevenibles”, señaló una especialista. (ARCHIVO)
Funcionarios de América Latina se comprometieron a combatir inequidades en salud reproductiva para prevenir y eliminar la mortalidad materna e infantil, en una región donde esos fenómenos matan más que la violencia.
La declaración “Una promesa renovada para las Américas: reducir las inequidades en salud reproductiva, materna e infantil”, fue suscrita el martes en el inicio de una reunión de dos días para determinar las acciones a seguir para lograr ese objetivo.
“Es fundamental galvanizar los esfuerzos y movilizar los recursos de la región para acelerar el logro de los Objetivos del Desarrollo del Milenio y la Agenda para el desarrollo después de 2015”, indicó el texto firmado por 27 ministros y viceministros de Salud.
En el foro participan expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y representantes de varias agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y de organismos de crédito como el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La declaración señaló que aunque la región ha registrado avances para reducir la mortalidad y morbilidad de las madres y los niños “siguen ocurriendo muchas muertes evitables”.
Las desigualdades dificultan a la región alcanzar la meta de los Objetivos del Milenio, a 2015, de reducir en dos tercios la mortalidad infantil y en un 75 por ciento la mortalidad materna.
Una ejecutiva del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Emma Iriarte, indicó que las cifras de homicidios en América Latina, entre 130 mil y 140 mil al año, “palidecen” ante los fallecimientos de niños en edades tempranas y de mujeres madres.
“Este flagelo azota a las mujeres en condiciones de mayor pobreza y a pesar de esta tragedia, estas muertes no ocupan espacios en las noticias, discusiones, ni análisis mayores en los medios”, comentó Iriarte.
En América Latina en 2011 fallecieron 236 mil niños “que no llegaron a cumplir cinco años de vida y la mitad de ellos murieron antes del primer mes de vida y la mitad de estas muertes eran prevenibles”, señaló.
El director del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), Bernt Aasen, advirtió que pese a los avances en la región “hay una población que sigue siendo excluida y no se está beneficiando del progreso”.
Indicó que los programas sociales llegan a cuatro de cada cinco niños, en una de las regiones más desiguales del mundo.
“Aún debemos alcanzar al quinto niño, este niño que está privado de una amplia gama de servicios; el quinto niño es uno de los que vive en el país más pobre o en las comunidades más aisladas o pertenece a un grupo indígena o minoritario”, señaló Aasen.
Explicó que los retos para vencer las inequidades deben pasar por elaborar una hoja de ruta para definir objetivos comunes, a través de varios mecanismos, entre ellos la cooperación Sur-Sur.
En este sentido, Iriarte indicó que el enfoque debe estar orientado a mejorar el acceso a los servicios de salud, generar más calidad, movilizar más recursos a ese fin y disponer de mejores datos para adoptar decisiones efectivas.
La hoja de ruta propuesta está proyectada a vigilar los logros, dar seguimiento a las medidas, identificar las brechas y aprender de las experiencias, apuntó la declaración también suscrita por organismos crediticios y agencias de la ONU.