Un juez aceptó ayer la solicitud de protección por bancarrota que presentó la ciudad californiana de Stockton, lo que la convierte en la más grande del país en declararse en quiebra.
Christopher Klein, juez federal de bancarrotas, dijo que era necesaria la declaración de insolvencia con el fin de que la urbe pueda seguir proporcionando servicios básicos. "Me queda claro que la ciudad no podría desempeñar sus obligaciones con sus ciudadanos en seguridad pública fundamental y en otros servicios gubernamentales básicos sin el respaldo de la ley federal de bancarrotas, que tiene el poder de bloquear contratos", señaló Klein. La ciudad se ha vuelto emblemática de los excesos gubernamentales y de las calamidades financieras resultantes tras el estallido de la burbuja de la vivienda en la nación.