Unas 300 personas que resultaron damnificadas por el desbordamiento de la laguna de Tixtla, protestan afuera de la residencia oficial Casa Guerrero y se enfrentan con policías antimotines, al intentar buscar un dialogo con el presidente Enrique Peña Nieto, durante su visita que realiza este jueves esta capital.
Los damnificados denuncian que a casi dos meses de la contingencia que provocó la tormenta tropical “Manuel”, ninguna autoridad de los tres niveles de gobierno ha acudido a la zona inundada para verificar los daños y levantar el censo de las familias que resultaron afectadas.
Aseguran que en comparación con otros municipios afectados como Acapulco y Chilpancingo, en Tixtla no ha llegado ningún tipo de ayuda anunciada por el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Ángel Aguirre Rivero.
A 50 días del paso de la tormenta tropical “Manuel” por Guerrero, más del 30 por ciento de la cabecera municipal de Tixtla aún permanece entre las aguas desbordadas de la laguna, líquido que comenzado a ser bombeado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Los inconformes forcejearon en más de tres ocasiones con elementos antimotines en su intento por acercarse a los accesos de la residencia oficial Casa Guerrero, donde el presidente Enrique Peña Nieto presentaría el Plan Nuevo Guerrero, el cual contempla la reconstrucción de las zonas afectadas por los últimos fenómenos climáticos.
Estos hechos han obligado a los equipos de seguridad a reforzar las medidas de seguridad con un mayor número de elementos policíacos.