El proceso de desaceleración de la economía mexicana está llegando a su fin, y se espera que crezca 1.3 por ciento al cierre de este año y 3.81 por ciento en 2014, estimó el Centro de Investigación y Desarrollo Económicos (CIDE).
El profesor de la División de Economía del CIDE, Raúl Feliz, estimó que dos terceras partes de la recuperación del año próximo provendrán de la mejoría de la economía mundial, en particular de Estados Unidos, y el resto de la política fiscal propuesta por el gobierno federal.
El especialista negó en este contexto que la economía mexicana esté en recesión, pues sólo entró en proceso de desaceleración desde mediados del año pasado que “está llegando a su fin”, impulsada por la “reaceleración” prevista de la economía de Estados Unidos por un repunte de su sector manufacturero.
Sobre el paro parcial de labores del gobierno de Estados Unidos que inició este martes, ante la falta de acuerdos en su Congreso para la extensión temporal del presupuesto, confió en que esta situación se resolverá favorablemente y no tendrá efectos macroeconómicos importantes.
La verdadera preocupación, dijo, vendrá si Estados Unidos no alcanza un acuerdo antes del 17 de octubre para ampliar su límite de endeudamiento y pagar el servicio de la deuda, ya que entraría en un impago o “default técnico”, aunque descartó que eso ocurra pues sería una “opción nuclear, suicida” para ese país.
Aunque lo ideal es que no suceda ese “default”, alertó que de ocurrir la economía global entraría en recesión, en la cual también caería la economía mexicana el año próximo, pues no tiene mucho margen para lidiar con un escenario de este tipo.
“Si hay una contracción de la demanda agregada a nivel global, una economía como la mexicana, que es de las más abiertas en el mundo, podría entrar en una recesión profunda y dura, no hay la menor duda al respecto, pues contra eso no tenemos blindaje”, argumentó.
El también profesor investigador del CIDE, Alejando Villagómez, coincidió en que no debe preocupar el cierre parcial de las operaciones del gobierno de Estados Unidos, ya que tendría que ser de muchas semanas para que tuviera un efecto relevante en esa economía y le afectará a México
“La parte peligrosa es si no se llega a un acuerdo de límite de deuda y se genera un default, esto si puede ser un arma de destrucción financiera masiva nuevamente porque tiene un impacto relevante en los mercados emergentes”, advirtió.