Foto: LA I
El combate a la plaga del descortezador que se hizo a mediados de año en la Sierra de Jimulco por la Semarnat no frenó el problema, pues biólogos y moradores documentaron recientemente la presencia del insecto y otra especie distinta en un territorio de por lo menos 40 hectáreas.
Janeth Molina, bióloga investigadora, dijo que en el recorrido realizado la semana pasada pudieron observar los estragos que ha causado el descortezador en los pinos de diferentes áreas del Centinela, uno de los picachos, que se encuentra dentro del área natural protegida.
Según el estudio realizado y apoyados también por imágenes satelitales, los biólogos estiman que por lo menos existen 40 hectáreas infestadas.
"Son aproximadamente 40 hectáreas, los primeros brotes los encontramos a los mil 800 metros lo cual quiere decir que a la plaga no le afecta la altura y cualquier condición", dijo. Comentó que además del dendroctunos mexicanus (descortezador) se encontró otro bicho más atacando a los pinos de la reserva, la especie denominada Ipsis, que si bien es menos nocivo que el descortezador, representa otra amenaza más para flora y fauna.
A medias
La Semarnat otorgó 2 mil pesos al combate del descortezador y no se le dio un seguimiento a través de monitoreos constantes, según denunciaron pobladores.