EL UNIVERSAL
El desfile del 20 de noviembre de la Revolución rompió su monotonía cuando el gobernador de Jalisco Aristóteles Sandoval se lanzó del templete de más de dos metros y medio de alto.
Los bomberos presentaron el colchón inflado para capturar a personas que quedan atrapadas en pisos superiores de edificios incendiados. Sandoval preguntó si ese colchón era seguro y lo invitaron a que lo "calara". Y sin mucho pensarlo, sin quitarse el saco, el gobernador se aventó.