Pacífica fue la exigencia de los seguidores del conjunto Rojinegro a las personas de pantalón largo. (Agencias)
Mañana lluviosa... y tensa. Cerca de las 10:00 horas comienzan a llegar por la avenida Patria. Son, en total, cerca de 100 aficionados. Furiosos. Hartos del manejo que 123 directivos dan al Atlas. La crisis financiera amenaza al club. Y los seguidores rojinegros "explotan" en Colomos.
Han convocado, a través de redes sociales, a una manifestación pacífica. A esta guerra no llevan fusiles. Mantas y cánticos son sus únicas armas. Se sienten con la obligación moral de hacer algo antes de que sea demasiado tarde.
Los futbolistas del Atlas tienen dos meses sin cobrar su salario. La Federación Mexicana de Futbol (FMF) ya está enterada del caso. El reglamento prohíbe participar en la Primera División a clubes que tengan deudas. En el pasado, otros han desaparecido por temas económicos. La afición teme llegar a tal extremo.
Algunas de las pancartas colgadas en las mallas y paredes afuera de Colomos son ofensivas de cierta forma, pero conservan la cordura. Se leen leyendas como: "Atlas les queda grandes directivos. Bye", "$ ¿Dónde está?" y "Nido de ratas".
El movimiento es organizado por la Barra 51. Las consignas escritas abundan. "B-51 alienta y no traiciona", dice otra de las mantas. Pero no son las únicas. Otros mensajes también están colgados: "Su ambición jamás matará mi pasión", "Por un futbol sin dirigentes ladrones", "Pasión de millones, envidia de miles, negocio de 123" y "No todo es para ustedes, el club también necesita".
La molestia es por completo con los dirigentes. Pero una de las mantas resulta especialmente preocupante. No cumple con los orígenes pacíficos planteados para esta manifestación: "Permanencia o violencia". La sentencia es dura. Una amenaza. O una promesa.