La Asociación Nacional de Portadores de Armas ayudó a llevar en autobuses a cientos de partidarios a la sede Congreso de Connecticut ayer lunes, en la más reciente evidencia de su creciente presencia en un estado que no había representado un reto para la organización que defiende el derecho a poseer armas.
La asociación, conocida como NRA por sus siglas en inglés, decidió hace una semana ayudar a organizar un día de cabildeo después que el gobernador Dannel P. Malloy anunció una serie de propuestas para el control de armas y de que un panel bipartidista presentó recomendaciones para acotar la violencia con armas, dijo John Hohenwarter, representante de la NRA en el estado.
Los líderes legislativos están sopesando esas y otras recomendaciones mientras tratan de redactar un proyecto bipartidista para someterlo a consideración de la Asamblea General, posiblemente a finales de este mes.
Los líderes se reunieron el lunes a puerta cerdada mientras los partidarios de las armas llegaban al Capitolio.
Dom Basile, instructor de armas en Watertown, dijo que asistió el lunes al día del cabildeo para asegurarse de que un proyecto costoso y constitucionalmente dudoso no se vuelva ley.
El se opone a las propuestas para que los dueños de armas se registren anualmente, a que se prohíban las armas de asalto y a que se limite la capacidad de los cargadores.
A Basile le preocupa que los legisladores se sientan presionados para aprobar estas medidas porque la matanza del 14 de diciembre en la primaria Sandy Hook, cometida por un agresor solitario, sucedió en Connecticut. En el ataque murieron 20 niños y seis maestras. "Connecticut es un estado pequeño".
