Luego de las elecciones del 7 de julio venció el plazo que otorgó la Comisión Federal de Telecomunicaciones para apagar las transmisiones análogas y dar pasó a la televisión digital; sin embargo, miles de familias no fueron candidatas a obtener un decodificador, por lo que volverán a quedarse sin televisión.
El 28 de mayo, la Cofetel, a través de la empresa Teletec de México, arrancó el cese de las transmisiones análogas en Tijuana, que rebotó en Tecate y Rosarito, por lo que miles de ciudadanos protestaron hasta que se dio reversa al llamado "apagón analógico".