El papa Francisco salió poco antes de las 8:00 hora local hacia la isla italiana de Lampedusa, en un viaje que servirá para mostrar al mundo el drama de la inmigración y en el que rezará por todos aquellos que han perdido la vida en la travesía para alcanzar Europa.
El pontífice ha pretendido que sea un viaje discreto y sobrio, ya que es en "penitencia" por las muertes de los inmigrantes, y por ello no habrá saludos, honores, ni discursos de las autoridades.
El papa argentino viaja en un avión Falcon 900 de la Aeronáutica militar y llegará a la pequeña isla, la más al sur de Italia.