El primer round llegó hace unas semanas, con la sorpresa de una campaña de anuncios espectaculares y en camiones urbanos: -¿Te comerías 12 cucharadas de azúcar? ¿Entonces, por qué tomas refrescos?, cuya paternidad, en principio, se atribuía erróneamente a la Secretaría de Salud
El segundo, respondida la ofensiva con una abrumadora carga de anuncios de la contraparte, señalando que las 149 calorías ingeridas se quemaban con una sesión de baile, un paseo al perro o una catarata de carcajadas, llegó cuando la Procuraduría Federal del Consumidor amenazó con suspender la campaña por publicidad engañosa.
El tercero se libró en el Congreso, cuando la senadora panista Marcela Torres Peimbert, bajo el argumento de que el Estado reclama recursos frente al grave problema del sobrepeso y la obesidad, provocados, entre otras cosas, por la ingesta de refrescos, presentó una iniciativa para imponer un gravamen de 20% a las bebidas gaseosas.
Este llegaría a título de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
La iniciativa, dijo la legisladora, la confeccionaron 72 organizaciones ciudadanas, justo las que lanzaron la campaña contra las bebidas.
Latente, pues, la posibilidad de incorporar la exigencia en la miscelánea fiscal de este año, las partes están lanzando su ofensiva y contraofensiva desde sus trincheras.
Mientras los tirios señalan que el 39.08% de la población padece de sobrepeso, y el 32.08% de obesidad, subrayándose que de acuerdo a las estadísticas globales México es el principal consumidor de Coca Cola en el planeta, los troyanos sostienen que el problema es multifactorial.
Mientras unos hablan de una recaudación extraordinaria de 2 mil millones de pesos, otros hablan de afectar a una industria que genera 546 mil empleos.
De aplicarse el gravamen, señalan refresqueros, la carga tributaria para las bebidas carbonatadas se elevaría a 40%, considerando que es el único producto de la canasta básica que paga IVA.
En el toma y daca, no solo se han unido marcas tradicionalmente enfrentadas como Coca Cola, Pepsi Cola y Big Cola, sino se ha creado un bloque que incluye a propietarios de ingenios, cañeros, comerciantes y hasta publicistas.
El refresco, dicen, es la bebida nacional, la única fuente calorífica de trabajadores de la construcción.El refresco, replican, es la desgracia nacional.
En la catarata, el Sistema Coca Cola habla de una campaña de sustentabilidad basada en siete peldaños: Beneficios de nuestras bebidas, estilos de vida activos y saludables, agua, empaques sustentables, clima, comunidad y lugar de trabajo.
El 40% de nuestros 500 productos, dicen, son bajos o sin calorías, incluyendo una variedad de presentaciones en proporciones reducidas, ofreciendo múltiples alternativas al consumidor.
Lo cierto es que durante el sexenio pasado la posibilidad de reglamentar la ingesta de aguas gaseosas y productos chatarra en las escuelas se estrelló ante la influencia de los fabricantes, en un escenario en que las cooperativas escolares están o estaban en manos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y los centros escolares no tenían presupuesto para instalar, por ejemplo, bebederos de agua potable.
Y lo cierto es que hasta hoy se ha diluido en el Congreso la posibilidad de imponer cualquier gravamen adicional a las bebidas carbonatadas, ante el poderoso aparato de cabildeo con que cuentan. La batalla decisiva se librará en los próximos tres días, considerando que el jueves una comisión de legisladores acudirá a la Secretaria de Hacienda.
Si ayer se libraba la guerra de las colas, hoy se trata de la guerra contra los gordos.
BALANCE GENERAL
A propósito, la principal fabricante de Coca Cola en México, Fomento Económico Mexicano, acaba de adquirir una firma denominada Industria Brasileira de Bebidas, justo la segunda embotelladoras de la marca en el gigante del cono sur.
La firma envasa 233.3 millones de cajas.
La operación se pactó en mil 851 millones de dólares.
Naturalmente, los recursos surgieron tras la venta de la división cerveza de la compañía, es decir sus divisiones Cuauhtémoc y Moctezuma, a la empresa holandesa Heineken. El pago fue de 7 mil 500 millones de dólares, más una serie de acciones de la compañía global.
A partir de ahí Femsa ha ido acrecentando sus activos en el país y el plano sudamericano… ahí está la expansión acelerado de sus tiendas Oxxo y la compra de dos cadenas de farmacias.
La pregunta es cuándo les tocará el turno a los accionistas del Grupo Modelo, tras la madre de todas las operaciones de compra del capital extranjero en el país.
DEFRAUDACIÓN FISCAL
La noticia es que el Tercer Tribunal Unitario Penal ordenó girar una orden de aprehensión contra el ex director general de Mexicana de Aviación, Manuel Borja Chico, por presunta defraudación fiscal.
La acusación concreta habla de omitir el pago del Impuesto sobre la Renta previamente retenido a los trabajadores durante julio del 2010.
El monto omitido es de 55 millones 790 mil 651 pesos.
La acción judicial involucra también a dos ex integrantes del Consejo de Administración de la línea aérea, Ricardo Arturo Bastón Aguilar y Jorge Eduardo Gómez.
Originalmente la Procuraduría General de la República había turnado el caso ante el juez décimo octavo de Distrito de Procesos Penales, Fernando Córdova Del Valle, quien se negó a girar una orden de aprehensión.
El asunto rebotó ante un tribunal de alzada, quien ordenó la captura… sin derecho a libertad bajo fianza.
CUARTO DE JUNTO
Convertido el "cuarto de junto" en "coalición empresarial", la presencia privada en las negociaciones para incorporar a México al Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica las encabeza Moisés R. Kalach.
Como usted recordará, en la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte la posición empresarial la llevó Juan Gallardo Thurlow, embotellador de Pepsi Cola y dueño de ingenios.
En el bloque, como usted sabe, participan países que representan el 46% del Producto Bruto Mundial y el 30% del comercio internacional, entre ellos Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Vietnam y Singapur. Japón llegaría en la misma camada que nuestro país.
Además de la "coalición empresarial", existe un Comité Estratégico de empresarios encabezado por el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani.
Ahí está el Consejo Mexicano de Comercio Exterior que preside Valentín Diez Morodo.