Charla con panistas. La alcaldesa de Monterrey habló en Torreón sobre sus logros en seguridad.
Margarita Arellanes, alcaldesa de Monterrey, señaló que el problema de la inseguridad no se ataca únicamente atendiendo la Policía, sino también reduciendo las brechas de desigualdad social.
La presidenta municipal estuvo ayer en Torreón para platicar con panistas sobre los cuatro meses que tiene al frente del Ayuntamiento de Monterrey, ciudad que recibió con altos índices de robos, pero que ha logrado reducir en un 25 por ciento a través de una mayor disciplina en la Policía, además de programas de Desarrollo Social e Infraestructura Urbana.
La edil panista dijo que lo más difícil en seguridad se presentó en 2009, cuando la violencia se había generalizado de tal forma que había permeado a la ciudadanía, lo que resultaba intolerable.
"Cuando yo entré, supe la responsabilidad que tenía de poder reformar las instituciones, creo una nueva Policía, con mando militar, un marino al frente en Policía, en Tránsito y en Alcoholes, trasversalmente empezamos a trabajar para recuperar la seguridad y el orden público en nuestra ciudad, poder recuperar nuestros espacios públicos y de la mano también trabajar en la situación de desigualdad social", comentó.
Margarita Arellanes Cervantes consideró que Torreón y Monterrey son ciudades con muchas similitudes en cuanto al empuje de sus ciudadanos para desarrollarse económicamente.
Señaló que los alcaldes pueden dar "mejoralitos" o hacer los cambios que se requieren para reformar las instituciones y generar las condiciones de desarrollo económico.
Dijo que en la zona metropolitana de Monterrey se reúnen semanalmente todos los municipios, se fijan metas y se revisan avances. La Policía municipal ha dado de baja a 120 elementos y se han ampliado las pruebas de control y confianza en Tránsito para reducir al máximo la posibilidad de corrupción.
"Necesitamos tener gobiernos confiables", dijo.