Las personas que practican algún deporte gozan de mejor salud física en comparación con quienes no lo hacen. Además de retardar de manera importante la aparición de enfermedades y sus complicaciones físicas, el estado emocional y optimismo suele ser mejor debido a la generación constante de endorfinas que son las hormonas del bienestar.
Luis Alberto Ramírez Flores, jefe de la oficina de Deporte y Cultura Física del Instituto Mexicano del Seguro Social en Coahuila, explica que el deporte ayuda a la persona a mantener su peso en niveles adecuados, mejora el trabajo del corazón, disminuye la presión arterial y el riesgo de tener infartos, ayuda a prevenir el cáncer de seno y de colon y reduce los niveles de azúcar y grasa en la sangre.
En el aspecto emocional la actividad física disminuye la tensión nerviosa, la depresión, favorece el aprendizaje, incrementa la autoestima y la sensación de bienestar general y en términos generales mejora la calidad de vida.