Alma Máter es una expresión procedente de una locución latina que significa literalmente "madre nutricia" (que alimenta) y que se usa para referirse metafóricamente a una universidad, aludiendo a su función proveedora de alimento intelectual, generalmente para referirse al sitio en donde determinada persona cursa o cursó sus estudios universitarios.
Está comprobado que los niños empiezan a aprender cosas incluso desde el vientre materno y que a edades tempranas el aprendizaje se aprovecha mucho mejor, incluso las cosas aparentemente más difíciles. Sin embargo, la edad avanzada no impide seguir aprendiendo, estudiando o realizando los sueños no cumplidos en la juventud. Sería un error pensar lo contrario. Para muchos de nuestra sociedad occidental decir "viejo" es un insulto o una forma de expresar desprecio o por lo menos limitación severa. Por eso algunos adultos mayores, es decir, aquellos que sobrepasan los 60 años, pueden encontrarse respondiendo programadamente ante tan injusto prejuicio que genera condicionamientos y severas limitaciones.
Ese era el caso de Elida Márquez Ramírez, de 62 años. Ella temía inscribirse hace cuatro años en la Facultad de Derecho de la Universidad de Guayaquil. "Pensaba que podía ser rechazada por ser una persona mayor. Pero cuando me acerqué a preguntar sobre la carrera en la secretaría de la facultad y expuse mi temor, me dijeron graciosamente que no me preocupara, porque iban hasta ancianos con bastón".
A Elida le faltan dos años para ser abogada y le gustaría ejercer, aunque su mayor satisfacción es cumplir su sueño de ser una profesional, algo que no puedo cumplir de joven por ser padre y madre para sus hijos. Ella está convencida que cualquier adulto mayor puede estudiar cualquier carrera, idiomas, música, arte, entre otras, aunque a veces las enfermedades retrasan un poco el aprendizaje. "Yo sufro de hipertensión arterial y, en ocasiones, me pongo muy nerviosa, pero después se me pasa".
El envejecimiento de la población es uno de los grandes triunfos de la humanidad y al mismo tiempo es uno de sus más grandes retos. El adulto mayor debe encontrar opciones para ocupar su tiempo de manera productiva, amena, retadora y que le proporcione satisfacciones y también para que le den los medios necesarios para prevenir enfermedades y dolencias manteniendo una vida saludable en cuerpo y mente.
Los adultos mayores que desean seguir estudiando lo hacen porque ello representa mantener la mente activa, quieren satisfacer su deseo de seguir aprendiendo, ampliar sus horizontes, conocer gente, hacer amigos nuevos, vencer el reto de aprender y al mismo tiempo tener esparcimiento. También lo hacen porque pretenden una nueva carrera laboral, aprovechar su tiempo libre, para apoyar a la comunidad, para mantener una actitud creativa, para envejecer con dignidad, para ampliar sus perspectivas y para entender el mundo moderno. Regresar a los estudios en la tercera edad le proporciona a quienes lo hacen, conocimiento, placer, autosatisfacción, amistad, interés por la vida, conciencia, esparcimiento y sentirse incluido.
Los países más impactados por el envejecimiento de su población han respondido oportunamente con diversas iniciativas orientadas a extender la inclusión social y económica de los Adultos de la Tercera Edad. Los programas de mayor trascendencia en el mediano y largo plazo están asociados a la educación, esto es: establecer espacios educativos que respondan a las necesidades y demandas de este sector de la población.
Tal es el caso de las Universidades de la Tercera Edad, esquemas integrales que incorporan diversos servicios y ofertas educativas. El 12 de Junio de este año, los diarios de Monterrey dieron la nota: "Disfrutan mayores su paso por la Uni". La primera generación del Programa Universidad para los Mayores de la UANL recibió su título de graduación. El grupo de adultos mayores estaba formado por 26 egresados, 18 mujeres y 8 hombres, todos ellos iniciaron sus estudios de cuatro semestres de duración en agosto del 2011.
El plan de estudios consta de 20 materias entre las que se encuentran: Computación, Historia de México, Iniciación a la Interpretación Teatral, Gestión del Ahorro Personal y Familiar y Personajes de la Ciencia y además los estudiantes también participan en actividades varias como Coro, Bailoterapia y Círculos de Lectura. Una de las alumnas, de 67 años, sonriente comentó: "Nos actualizaron en información tecnológica a través de la computación y nos convirtieron en cibernautas activos". Continuó diciendo: "Andar por los pasillos, contagiarte de la energía de los jóvenes, hacer las tareas, trabajar en equipo, fueron experiencias muy gratificantes.
En la ceremonia de graduación de esta primera generación, el rector Jesús Ancer informó que el Diplomado está inspirado en el programa Universidad para Mayores de la Universidad Rey Juan Carlos, en España, y busca atender las necesidades de la creciente tercera edad en México. Señaló el rector que "si hoy uno de cada 20 es adulto mayor, al año 2050 será uno de cada cuatro".
Durante la entrega de los títulos, los graduados, orgullosos de su Alma Máter recibieron porras de sus familiares y amigos y cuando regresaron a sus asientos, empezaron a corear "¡Sí se pudo!".
jgonzalez2001@hotmail.com