De acuerdo a estimaciones de la Asociación Pro Lactancia Materna (Aprolam) reveladas este año, en México siete de cada 10 mujeres tienden a sustituir la leche materna por fórmulas comerciales debido al desconocimiento, lo cual puede afectar su salud y la del bebé.
El presidente de la Aprolam en la entidad, Enrique Mendoza López, subrayó que las ventajas para los bebés que son alimentados con leche materna es que son menos propensos a enfermedades como la diabetes, tienen fuerte protección en problemas estomacales y logran un mejor desarrollo mental.
Comentó en una reciente presentación que amamantar a un bebé permite establecer un vínculo estrecho con la madre desde el contacto temprano.
Resaltó que la composición de la leche materna esta nutrida de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales, Omega 3 y agua, lo cual ayuda al sano crecimiento de los niños.
Además, subrayó, la leche materna cuenta con componentes inmunológicos como las inmunoglobulinas, la lactoferrina, las lisozimas, las células, los prebióticos y los probióticos.
Todo esto, enfatizó, ayuda en la disminución de enfermedades infecciosas, alérgicas y autoinmunes; además, estimula una adecuada programación nutricional.
Puntualizó que amantar un bebé “es darle su primera vacuna, el calostro, es establecer un vinculo estrecho, desde el contacto temprano, es darle un alimento completo”.
El especialista subrayó que la leche materna ayuda a “prevenir enfermedades como alergia, asma, otitis, enfermedades metabólicas, autoinmunes y más”.
Añadió que “cualquier mamá que tenga bebé tiene posibilidades de amamantar, aunque existen excepciones médicas”.
Las ventajas para la madre que amamanta son que reduce la probabilidad de desarrollar cáncer de mama y ovario, reduce la probabilidad de sangrado, favorece el vínculo y favorece la involución uterina, indicó.
También expuso que la leche materna se puede extraer con tiraleche manual o eléctrico y se puede refrigerar o congelar, etiquetando la fecha de extracción, y se puede conservar refrigerada hasta ocho días.
La mamá que amamanta bajará de peso paulatinamente, por lo que puede comer de todo cuidando no excederse en bebidas estimulantes como café, té, bebidas con cafeína, señaló.
“Cada vez que el bebé se prende extrae leche, estimula la producción de una hormona llamada prolactina”, misma que resulta de alto beneficio para la mujer, expresó.
Igualmente sostuvo que los medicamentos no impiden la lactancia usualmente, inclusive los que se venden sin receta son seguros, aunque lo mejor es consultar al pediatra con relación a este tema.
Mendoza López dijo que la recomendación de la Organización Mundial para la Salud (OMS) y de Aprolam es de ofrecer seis meses de lactancia exclusiva, al menos un año y si es posible hasta los dos años.
Algunos de los problemas que la madre puede enfrentar para no amamantar es tener un pezón plano, un pezón invertido, grietas del pezón, quistes de leche, ductos obstruidos, mastitis o abscesos de la mama.
A su vez, el presidente nacional del organismo, Horacio Reyes Vázquez, comentó en una reciente visita al estado que en la última década la práctica del amamantamiento se desplomó un 33 por ciento, sobre todo en las mujeres más jóvenes que ignoran las ventajas de la lactancia respecto a la alimentación de otro tipo.
Dijo que en la actualidad prevalece entre las mujeres jóvenes los mitos como la conservación de su estética corporal, para dejar de ofrecer la leche materna, y en otras por carga laboral y por falta de apoyo profesional.
También cuestionó el mito de que los bebés comen cada tres horas y que quitarle el pecho a los tres meses porque la leche se convierte en agua, ya que actualmente se tiene la certeza que el bebé hace digestión en hora y media, y por lo tanto come cada dos horas.
