La reforma educativa no puede ser exitosa si los profesores no están en ella, por lo que “a través del diálogo, la negociación y los acuerdos se buscará que no se afecten los derechos laborales del magisterio”, aseguró el líder nacional del SNTE, Juan Díaz de la Torre.
En conferencia, sostuvo que el gremio que encabeza nunca se ha opuesto a la reforma, prueba de ello es que desde hace 21 años casi 800 mil maestros se han sometido a exámenes de evaluación.
Dichas pruebas, precisó el líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), no son para aprobarlos o reprobarlos, sino para conocer sus deficiencias y superarlas mediante capacitación.
El SNTE no ha cambiado su postura en torno a la reforma educativa, “los maestros están a favor de la transformación del país, de que se preserven sus derechos laborales y está comprometido con la sociedad para modernizar al sistema educativo”, aseveró.
El dirigente del SNTE solicitó a los legisladores que la iniciativa de la Ley Reglamentaria del Servicio Profesional Docente no debe ser punitiva.
“Nosotros hacemos política a favor de los maestros y de México y queremos que la evaluación sea integral y que no se le vincule con aspectos laborales”, enfatizó.
También refirió que hace algunos días se publicó la convocatoria para ocupar 11 mil plazas magisteriales para el ciclo escolar 2013-2014, y hasta el momento se han inscrito más de 72 mil maestros.
Sobre la disidencia, aclaró que el SNTE y los docentes “son uno solo”, además, aclaró, que la titularidad legal y legítima la tiene el sindicato de maestros y no hay ninguno otro, pues los demás son grupos u organizaciones sociales que no representan al magisterio.
Comentó que durante más de 30 años la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) siempre ha enarbolado dos demandas: Democracia sindical y ciento por ciento de aumento salarial para garantizar la educación pública.
Sin embargo, con la suspensión de labores que llevan a cabo los maestros de la CNTE en diferentes estados del país, lo único que generan es que se vulnere la escuela pública.
Díaz de la Torre destacó que los verdaderos maestros de Guerrero, que son 78 mil y personal de apoyo, “no han parado clases en esa entidad y alrededor de tres mil son los que lastiman a la niñez, afectan los derechos humanos de los niños con sus movilizaciones y paros”.
En Oaxaca, agregó, los paros que han realizado en los últimos siete años representan la pérdida de un año lectivo de clases y no es la forma de defender a la escuela pública. “Es una perversidad y lesiona uno de los derechos humanos de los niños”.