Una vez más los números fríos de Caixinha son muy buenos (dos triunfos, dos empates como visita y una derrota) y una vez más se tiene la sensación de que se pudo haber hecho más. El calendario ha sido benévolo con Santos y los juegos de visita han sido muy accesibles para conseguir la victoria. Ni San Luis en la jornada uno, ni Pumas en la recién número cinco, presentaron planteles ni planteamientos que llegaran realmente a preocupar a un equipo con los jugadores que Santos tiene.
Pero parece que el empate de visita es bueno, siempre, no importando contra quién, ni las circunstancias del juego. Eso en un examen demasiado numérico y de resultados es cierto. Pero Santos pudo vencer, sobre todo en la primera parte, tanto a San Luis como a Pumas y los ha dejado escapar vivos.
El juego del domingo fue un fiel retrato de cómo un equipo superior en nombres y en jerarquía le gana con el simple parado de cancha a uno juvenil y asustadizo. A Pumas se le dificultó mucho la retención del balón y Santos creó peligro con relativa facilidad. Pisando incluso el área chica y dándose el lujo de fallar numerables opciones claras de gol. Los delanteros de Santos reían ante las fallas porque sabían que si el partido continuaba con esa índole, el gol no tardaría en llegar, cosa que evidentemente no ocurrió.
Igual que como pasó ante San Luis, que Santos pudo haber goleado y al final no pierde de milagro, en esta ocasión la historia se repitió en cancha universitaria. Al final, tras fallar cuatro opciones muy claras de gol, Oswaldo Sánchez detiene un penal y Osmar Mares saca un balón de la línea de la forma más inverosímil. ¿Qué es, entonces, lo que ocurre? ¿Por qué Santos no puede ganar por knock out en los primeros minutos? Si a todas luces se ve que es capaz. Algo parecido a como ocurrió de local ante León. Santos dominó, anotó uno, otro, controló el partido y se acabó. En estos dos partidos se ha podido hacer lo mismo y ya no menciono Puebla porque me vuelve a dar el retortijón.
Dentro de todos los detalles, Santos marcha bien, pero podría ir mejor y ojalá el técnico tenga la confianza para salir a ganar desde temprano incluso en los juegos accesibles como visitante.