Emotivo fue el triunfo de Santos Laguna de visita ante Atlas, sobre todo porque supo cómo sobreponerse a la adversidad. Ya habían alineado sin Oribe Peralta, que se quiera o no, y sabiendo que un equipo ganador no debe depender de un solo jugador, reciente la parte ofensiva la ausencia del mejor delantero mexicano. El futbol pone pruebas, muy duras a veces, y el sábado por la noche Santos comenzó a recibirlas: sale lesionado Guty, después Juan Pablo Rodríguez y para la arquitectura de un equipo de futbol, prescindir de esa columna vertebral tan sólida (Guty, Juan Pablo y Oribe) ante uno de los mejores equipos del torneo, pone siempre en desventaja.
Por si fuera poco, el árbitro Fabricio Morales marcó en contra de Santos, uno de los penales más inverosímiles que estos desgastados ojos han visto. Tanta adversidad puede causar dos cosas: la primera es la más común de acuerdo a la psicología del mexicano, que es desmoronarse ante tantos factores en contra y simplemente perder un partido en que la derrota está más que justificada.
Afortunadamente pasó la otra cosa. Cuando se está en desventaja se sufre de injusticia y además se pierden elementos de valía, surgen otras armas: el coraje, la valentía, el amor a la camiseta, el amor propio y las ganas de triunfar a pesar de tanta adversidad. Eso fue visible en Santos el sábado anterior y los aficionados lograron reconocerlo muy rápido. Por eso La Laguna está contenta con los cuatro triunfos en forma consecutiva y por la inteligente respuesta de Pedro Caixinha a la hora de realizar los cambios como consecuencia de lo que se sufría en la cancha.
Bien por Santos. Porque pudo ganar un partido de visita ante un Atlas muy difícil y peligroso y porque conquistó la victoria sin tres de sus hombres clave y con un injusto penal marcado en contra.
Para el fiel seguidor del buen futbol, fue un placer ver el Atlas-Santos porque se jugó con toda la intensidad con la que a veces ni los partidos de liguilla se juegan. Darwin Quintero sigue demostrando, partido tras partido y golazo tras golazo, que vive el mejor momento de su estancia en Santos y que sigue siendo el hombre clave para el buen funcionar del sistema de Caixinha. Que no vuelva a salir Darwin, como sucedió en la jornada tres ante Puebla. Que Caixinha siga con su congruencia y vasto trabajo. Este es sin duda el camino.
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