Apenas focos amarillos son los que se encienden en el vestidor de Pedro Caixinha, pues los dos últimos encuentros arrojan una derrota como local y un empate de visita. Nada del otro mundo, nada que se salga de control, nada que no le suceda a otro equipo del futbol mexicano.
Sin embargo, Santos va descendiendo escalones en la tabla de posiciones y de estar en un merecido cuarto lugar, ahora se encuentra en el octavo, es decir, en el último para calificar a la liguilla. Sí, con un juego pendiente, es cierto. Pero el primer lugar de América, ¡con dos juegos pendientes!, refuta de todas, todas, esa excusa.
Supongo que la desconfianza que este par de resultados han generado es por lo siguiente: primero, porque León fue claramente superior a Santos en el TSM; se adueñó de la media cancha, tuvo mayores oportunidades de gol y más claras. En resumen: el equipo de casa se vio muy superado. Segundo, aunque el empate que rescata Santos en Atlas es valioso, pues se supone que todo punto de visita lo es, no se puede perder de vista que este equipo rojinegro es uno de los más débiles que los Guerreros han enfrentado en los últimos 7 años. Y vaya que se batalló.
Otra cosa que genera desconfianza es la incursión sorpresiva de Rentería y Crosas en la media cancha. Entiendo que Araujo y Alanís se han ganado la titularidad en base a esfuerzo y resultados, pero los dos primeros mencionados no lo han hecho. Ser titular debe significar entrenar muy duro en la semana para ser opción del entrenador y entrar algunos minutos del segundo tiempo el día del juego, aunque dependiendo de cómo esté el partido. Así, dando una muy buena actuación en esos minutos de acción, generar confianza en el técnico y al siguiente partido aparecer como titular. Creo que ni Rentería ni Crosas han hecho los méritos para iniciar juegos.
A veces siento que Caixinha diseña alineaciones para sorprender al rival y ciertamente lo consigue. Pero también sorprende a la prensa local, a los mismos jugadores y al vestidor. Y ese factor sorpresa, que definitivamente existe, no siempre reditúa en buen funcionamiento y mucho menos en puntos. Muchas veces el entrenador lo que debe hacer es, tan simple y sencillamente, no inventar.
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