Al final se vive lo que el más pesimista de las catastróficas personas pudo haber temido: un dantesco panorama en el que la Selección Mexicana culminó su mayúsculo ridículo con una patética actuación. México por un largo lapso obtuvo lo que merece: estar fuera del Mundial. Esta negra administración ha hecho tocar el más hondo de los fondos a un producto que venden como el mejor del mercado. Pero todo es mentira. No hay congruencia ni honestidad en la toma de decisiones. Los señores Justino Compeán y González Iñárritu deben, por dignidad y moral, presentar su renuncia por lo terrible que han pisoteado a una Selección que antaño tuvo mucha dignidad y presencia en el mundo futbolístico.
Decepcionante en verdad ha sido Víctor Manuel Vucetich. En el momento en que sacó a Aquino para meter a un históricamente inoperante Giovanni do Santos, fue insultada la inteligencia de todos los aficionados al futbol mexicano. La presencia de estos dos en la Selección, junto con la de Salcido, Torrado y ya se suma el Chicharito, nos habla de una constante mediocridad en la toma de decisiones. Ni los convocados, ni la alineación titular, ni los cambios, ni la táctica, ni la forma, ni el manejo de los momentos, ni el liderazgo, ni el discurso, fueron los adecuados para intentar salvar esta eliminatoria. Todo se hizo mal. Todo a destiempo, todo como si las cosas se fueran a arreglar por arte de magia y lo peor de todo es que sí, por un acto milagroso México sigue con vida.
La chilena de Raúl Jiménez (una individualidad) y los dos goles de Estados Unidos ( a los minutos 92 y 94, háganme el favor, ¿cuándo había pasado esto en la historia del futbol?) son los que mantienen con vida a la Selección. Nada más. Cosas externas y de las que ni los directivos ni Vucetich ni los jugadores tienen control. México sobrevive por milagroso, místico y guadalupano, porque así maneja y resuelve todas las cosas, jamás con congruencia, planeación y capacidad.
México podrá ir al Mundial o no, ya parece lo de menos. Estos cuatro años quedarán marcados en la historia como los de la necedad y patetismo de los directivos en sostener al Chepo hasta lo ridículo e irracional. Esta etapa será recordada de cuando se cayó el teatrito. Cuál Liga MX, cuál formación de jugadores, los equipos infestados de costosos extranjeros mediocres que tapan la salida a jóvenes prospectos. México paga ahora todas sus irresponsabilidades. Estados Unidos da vida a la Selección. Es por ellos y nada más por ellos. México es un cadáver con vida.
@AlexRodriguezSa
