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Solo y Sin Marca

Alejandro Rodríguez

Aunque realmente hay gozo porque siempre existe un sentimiento de euforia al conseguir un pase al Mundial, es importante no perder de vista el cómo se consiguió tal boleto y el doloroso y muy penoso proceso por el que pasó nuestra tan devaluada representación nacional.

Sé que a importantes selecciones como Suecia y algunas otras europeas que se quedaron en el camino, no les molestaría enfrentar un repechaje contra la modesta Nueva Zelanda con tal de asistir a la Copa del Mundo y es por supuesto muy válido, con tal de acceder. Pero la eliminatoria europea tiene menos boletos en comparación de los países que participan y por supuesto que el grado de complejidad es uno muy distinto.

Lo cierto es que no se debe volver trabajar como se trabajó. México no puede permitirse una actuación de pena como ésta en el futuro. No se puede volver a apostar a entrenadores inflexibles que son enemigos de la prensa, del público y, lo que es peor, del futbol como Chepo de la Torre. Todos los amiguismos con lo que se manejó nuestro futbol son los que tuvieron a México al borde de la bancarrota y el desprestigio. Que Justino estuvo a muerte con Chepo; que Tena y los mega grises de Yayo y Chava Reyes también, no habla sino de una preocupante inoperancia. Cuando el compadrazgo es más importante que los resultados y que el país, pasa lo que pasa. Y para Justino y Luis Fernando Tena, lamentable y penosamente, siempre fue más importante ser leales al Chepo de la Torre que el bien de nuestra Selección.

¡Cuántas cosas no hundieron a nuestro futbol! Se manejó con la política de los años setenta y con la que precisamente se está manejando el país en este nuevo sexenio: con únicamente el beneficio de algunos pocos sin voltear a ver a tanto más afectados. Si Andrés Guardado, Giovanni dos Santos, Guillermo Ochoa, Carlos Vela, el famoso Chicharito, Javier Aquino, Diego Reyes y Eduardo Herrera y hasta Héctor Moreno quieren regresar a la Selección, deberán pasar por una vía de purgación, de meritismo, de resultados actuales y no de vivir y hablar que ellos juegan en Europa y que bla bla blá y más bla bla blá. Los mexicanos ya no los admiramos, ya no nos sorprende nada de los espejitos que venden. México calificó sin ellos e iba quedar eliminado con ellos. El único mexicano imprescindible, es Oribe. Es el único al que habría que rogar, que insistir, que invitar para que juegue con la Selección. Pero Peralta es tan mexicano, tan profesional, tan talentoso, que es el primero que se viste de futbolista a la hora de defender al país. No como el patético de Carlos Vela. Los tiempos deben cambiar y jamás repetir lo vivido en este 2013.

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