La brecha entre la felicidad de un mexicano con ingreso bajo y la de uno con ingreso alto, es muy pequeña, según un estudio de la encuestadora Gallup.
Aun cuando existe una conocida correlación entre el dinero y el grado de satisfacción por la vida, en el país parece no aplicar la regla.
En la última encuesta de satisfacción de vida realizada por este grupo, que tiene datos de 2012 para una muestra de 13 países, se hace distinción entre la cantidad de ingreso anual por hogar y la escala de felicidad que una persona dice tener.
El reporte señala que un individuo mexicano que recibe una cantidad de entre 4 y 5 mil dólares anuales tiene un puntaje de satisfacción de 6.3 cuando el máximo posible es 10 mientras, una persona en cuyo hogar el ingreso es de 32 mil dólares anuales el grado de satisfacción llega a 7.4 puntos.
Así, el país tiene una brecha entre el ingreso más bajo y más alto, según lo reportado, de 1.3 puntos.
En contraste, la felicidad entre el más pobre y el más rico en Alemania está a una distancia de 2.1 puntos, de China donde es de 1.8 puntos o Irán e India, de 1.6 en cada caso.
En Nigeria, donde el ingreso es mucho más bajo que en cualquiera de los otros casos, la dispersión en felicidad es mucho menor, porque sólo hay una diferencia de 0.4 puntos.
"La idiosincrasia del mexicano y su carácter tiene que ver, en el país existe cierta percepción que el dinero no lo es todo en la vida ni compra la felicidad, una buena cuenta bancaria puede traer muchas facilidades pero no lo es todo; en México, en realidad hay más pobres que ricos, y es evidente que no somos un país de infelices", señaló Oliver Ambia, director de la licenciatura de Administración Financiera del Tecnológico de Monterrey campus Santa Fe.
Según Ambia, hay una variedad de factores que ayudan a experimentar grados de satisfacción elevados, con y a pesar del ingreso que se recibe, que van desde la cuestión climática y el desarrollo de núcleos sociales y familiares al proceso educativo y religioso, y el vivir en un país donde la norma es más bien la carencia.
