Siglo Nuevo

Sonrisa completa: siempre

BELLEZA

Sonrisa completa: siempre

Sonrisa completa: siempre

Dra. Mayela Villarreal Reyes

La armonía del rostro y su belleza van ligadas a una buena sonrisa; es la mejor carta de presentación y para ello es necesario lucir una dentadura completa, la cual está al alcance de todos, incluso de los chimuelos, gracias a las soluciones que hoy nos da la medicina dental.

Solemos relacionar la pérdida de dientes con la infancia y la senectud; no obstante, si prestamos atención a nuestro alrededor notaremos que en realidad a cualquier edad estamos expuestos a quedar chimuelos.

Las causas para ello son varias y es importante conocerlas. Pero sobre todo es fundamental saber que en caso de perder una pieza dental no estamos condenados a lucir huecos en la sonrisa, innegable parte esencial de nuestra imagen.

TRAS LA CAÍDA

Cada edad tiene razones específicas por las cuales podemos estar expuestos a perder dientes. El Cirujano Dentista Jesús Aguado, especialista en Prostodoncia (como se denomina a la rehabilitación oral), explica que la enfermedad bucodental más común en la población infantil es la caries, tanto así que afecta del 70 al 90 por ciento de los niños. Este padecimiento es causado por la placa dentobacteriana que a su vez se forma debido a la falta de higiene y consecuente acumulación de bacterias. Dicha placa se adhiere a la superficie del esmalte dental y al cabo del tiempo termina desmineralizándose y formando cavidades, provocando así la caída de los dientes. Otra causa frecuente en este rango de edad son los traumatismos o golpes.

Durante la pubertad, adolescencia y juventud, las principales causas de pérdidas dentales siguen siendo la caries y los traumatismos. Pero además interviene la gingivitis, se trata de una inflamación de origen bacteriano que afecta la salud de las encías y eventualmente, si no se controla, ataca tejidos y huesos.

Aunque te parezca sorprendente en la población adulta los dientes también se caen primordialmente por la caries (secuela, como ya dijimos, de la falta de higiene) y en mayor medida a una enfermedad periodontal. Cabe decir que en esta fase múltiples factores influyen y agudizan la vulnerabilidad bucal, como el tabaquismo, la diabetes y el bruxismo (apretamiento y rechinamiento dental inconsciente).

HUECOS PELIGROSOS

La prevención a edad temprana es la mejor herramienta para preservar la dentadura. Por eso es muy importante conocer la técnica de cepillado correcto, usar hilo dental, llevar una alimentación sana (disminuyendo la ingesta de productos con alto contenido de azúcares: dulces, golosinas y refrescos) y visitar periódicamente al dentista a fin de que lleve un control de salud bucodental.

En cualquier caso, si una enfermedad o un accidente causan que pierdas un diente no tienes que resignarte a verte chimuelo. Y si tu apariencia no es razón suficiente para que quieras hacer algo, debes saber que las consecuencias de no reponer esa pieza rebasan el contexto de la estética.

Cuando un diente se cae, sus ‘vecinos’ se mueven de lugar inclinándose hacia el espacio vacío, lo cual termina por afectar todo un segmento del sistema masticatorio disminuyendo su eficacia y afectando el bienestar la articulación y los músculos que permiten abrir y cerrar la mandíbula. Por eso es esencial sustituir ese diente.

En el caso de los niños y tratándose de dientes de leche lo indicado es colocar mantenedores de espacio que permitan la adecuada erupción de la pieza permanente. En los jóvenes menores a 18 años la mejor alternativa son las prótesis removibles o puentes fijos adhesivos; este tipo de implantes permite remplazar los dientes caídos sin desgastar las piezas cercanas, evitando dañarlas. Para los adultos existen más opciones disponibles:

Prótesis removibles

Se pueden colocar y retirar sin afectar a los dientes cercanos. Su principal ventaja es que resultan de muy fácil limpieza. Un inconveniente: su falta de estabilidad y comodidad.

Prótesis fijas

Las hay de dos tipos. En el primero se colocan piezas que se apoyan en los dientes vecinos, para lo cual es necesario realizar un desgaste en éstos de tal manera que permitan alojar los componentes de la prótesis (a esto se le denomina puente). Pro: son cómodas y estéticas. Contras: el ya citado involucramiento de otros dientes; además requieren un mantenimiento higiénico mucho más exigente.

El segundo tipo es la implantología dental: la forma más eficiente. Los implantes poseen raíces artificiales de titanio que se colocan en el hueso de las maxilares y sostienen a los nuevos dientes. Actualmente es lo más recomendado debido a que no necesitan valerse de puentes tradicionales. Asimismo, al colocar la falsa raíz en el hueso lo estimula y evita que se reabsorba y pierda densidad, fenómeno que suele presentarse en áreas donde faltan las piezas.

El procedimiento está contraindicado en jóvenes que no hayan terminado su desarrollo físico así como en personas adultas con enfermedades sistémicas (como los hemofílicos) o que se encuentren bajo tratamiento farmacológico para combatir la osteoporosis, o bien recibiendo quimioterapias o radioterapias. Por otro lado aunque el padecimiento de diabetes y el tabaquismo no son contraindicaciones, a largo plazo sí pueden constituir factores de fracaso para los implantes.

La colocación de las raíces requiere de un procedimiento quirúrgico ambulatorio en el cual por lo general únicamente es necesario el uso de anestesia local; no obstante en aquellos casos en donde el paciente es ansioso o bien si requiere instalar múltiples implantes, sí es aconsejable recurrir a una sedación proporcionada por un anestesiólogo, para mayor comodidad.

Normalmente hay un periodo de espera de dos a seis meses (varía en cada paciente) para permitir la completa cicatrización e integración de la raíz con el hueso huésped. Posteriormente se procede a la colocación de los dientes artificiales.

Los especialistas en salud bucal señalan que las ventajas de esta alternativa son la comodidad, la eficacia masticatoria y por supuesto el evidente resultado estético. Además, el mantenimiento higiénico requerido es idéntico al de la dentadura natural. En opinión de la mayoría, esos beneficios superan por mucho la implicación de someterse a un acto quirúrgico. No es una alternativa barata, pero el costo es relativo si se piensa en los beneficios.

DE VUELTA A SONREÍR

Sin importar el tipo de prótesis elegida, es fundamental recordar la trascendencia de mantener una higiene oral impecable para evitar el deterioro de las piezas y sus soportes. Igualmente será preciso coordinar con el dentista citas de revisión y mantenimiento (casi siempre se recomiendan dos veces al año).

No olvides que la sonrisa es base de una buena imagen; si la mantienes en perfectas condiciones, es más probable que te den ganas de mostrarla.

Si se te cayó un diente en el pasado y hasta ahora no habías pensado en reemplazarlo, aún puedes estar a tiempo. Acude con tu dentista y exponle las circunstancias en que se dio la pérdida; es muy probable que todavía haya posibilidades de evitar mayores complicaciones para tu salud y de paso tengas la oportunidad de recobrar la belleza que sólo puede darte una sonrisa completa.

Correo-e: dramayela@hotmail.com

Fuente: Cirujano Dentista Jesús Aguado Arzola, especialista en Prostodoncia.

Leer más de Siglo Nuevo

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Siglo Nuevo

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Sonrisa completa: siempre

Clasificados

ID: 867549

elsiglo.mx