El Vaticano registró durante el año 2012 seis operaciones internas sospechosas de posible lavado de dinero, según el reporte anual de la Autoridad de Información Financiera, el organismo de control de la Santa Sede.
El informe fue presentado por el director de la AIF, el suizo René Brülhart, quien aclaró que esas operaciones no se refieren a casos de verdadero reciclaje de capitales sino a movimientos "fuera de la norma" que debieron ser investigados.
De acuerdo con el reporte, en 2011, la autoridad había recibido sólo una indicación de actividad sospechosa. La mayor parte de estas transacciones fueron operadas por el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido coloquialmente como el "Banco del Vaticano".
De las seis operaciones sospechosas, dos de ellas fueron turnadas a la justicia vaticana.