Operativos. El recaudador de rentas dijo que el portar placas sobrepuestas es un delito.
En lo que va del año, han sido remitidas a la ergástula municipal un total de 27 personas por contar con placas sobrepuestas, informó Armando García Triana, recaudador de rentas. Dijo que esta práctica antes ameritaba una sanción, pero ahora es considerada delito, por lo que se ha trabajado fuerte en este sentido.
En 2012 se resolvió incluir en el Código Penal de Coahuila el hecho de circular con placas sobrepuestas.
El representante de la Secretaría de Finanzas en la región dijo que la seguridad es un tema importante en La Laguna y se mantendrán operativos fuertes.
"Si antes ponían una placa sobrepuesta era una infracción, ahora es un delito, se pagan más de 40 mil pesos de multa y, mínimo, son 72 horas de cárcel", explicó.
Señaló que del 2010 a la fecha se han duplicado los delitos en vehículos sin placas, por lo que los propietarios deben ser muy cuidadosos al vender sus automóviles, y siempre dar de baja las láminas para evitarse problemas.
PLAQUEO
El recaudador dijo que en el área de control vehicular tienen hasta el momento 39 mil 800 laminados, que representa una atención a más de 50 mil personas en 17 días hábiles, lo que significa un 25 por ciento del padrón.
Señaló que la expectativa era de llegar a 45 mil en el primer mes, por lo que aún cuentan con tiempo para alcanzar esta meta.
El funcionario dijo que por el momento no se está trabajando con el envío de láminas a domicilio, pero a las personas que únicamente harán refrendos se les permite recoger sus nuevas placas en los módulos.
Dijo que si el propietario del vehículo no puede acudir a hacer el trámite, se puede enviar a una persona que lo haga, pero cumpliendo con requisitos como llenar un formato por parte del dueño y medios de identificación de quien realice el plaqueo.
Mientras que en años anteriores el canje de láminas no era obligatorio, a partir de este año se exige la entrega de ambas en el pago de derechos vehiculares 2013.
El titular de la Recaudación explicó que las láminas se cortan en partes y se destruyen para venderlas como fierro viejo, todo esto como parte de las medidas de seguridad.
