El pasado martes 1 de enero de 2013 dos de los alumnos más destacados de la Escuela Taurina de Torreón, "Jaime N. Cantú Charles", quienes actuaron en el Festival Taurino de la Monumental Plaza de Toros Torreón "Valente Arellano", prácticamente superaron la prueba al enfrentar a astados de lidia de mayor pesaje y presencia.
Se trata de los chavales Heriberto Fernández y Josué Espino, (este último fue uno de los dos triunfadores del festejo al cortar una oreja). Ellos alternaron con el tapatío Arturo López, de la Escuela Taurina de Guadalajara y Albeiro Rocha, de la Escuela Taurina de Monterrey, Nuevo León.
Los dos chavales laguneros, por fin se pudieron dar por enterados, que no es lo mismo torear vaquillas en las ganaderías, que enfrentar a bureles con mayor tonelaje y bien armados de cornamenta.
Es cierto, los cuatro alternantes del martes 1 de enero en el coso de la colonia Moderna, fueron "achuchados" por los ejemplares de "La Macarena". Pero así es esto de los toros, nadie se escapa de la codicia de los astados, que por lo regular siempre buscan el bulto, sin irse en el engaño tanto de la capa como de la muleta. Y esto lo deben saber los aspirantes a novilleros.
Pero son técnicas que tienen que ir aprendiendo en el quehacer diario, labor que les corresponde a los instructores, porque o siempre los chamacos en cada actuación, se la puedan pasar más tiempo tirados en la arena, que de pie enseñando lo aprendido en los entrenamientos diarios.
El martes pudimos percatarnos de la intención del matador de toros Aarón Hinojosa, director de la Escuela Taurina de Torreón, de que sus dos alumnos hicieran bien las cosas, para agradar a los padres y familiares de los alternantes, presentes en los tendidos del inmueble de la colonia Moderna.
Es el caso del chaval Josué Espino, que armado de valor se colocó justo en la puerta de toriles, para recibir a portagayola a su astado en suerte de nombre "Mi Gusto Es", y todavía pegado a las tablas, le pegó otro lance "afarolado", dando muestras de lo que ha aprendido en las clases cotidianas que recibe de sus instructores. Muy bien, tanto con capa como con la muleta, pero acusó una falta de condición física, primordial para realizar este tipo de actividades.
Como aficionados que somos de la fiesta brava, estaremos al pendiente del desarrollo de la Escuela Taurina de Torreón "Jaime N. Cantú Charles" y del fruto que pueda arrojar en corto tiempo.
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