Daños. Los deslaves de cerro que se alcanzan a ver en la fotografía son parte de los daños a la zona protegida de La Guacamayita.
Para la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), los daños que han dejado las constructoras de la autopista Durango-Mazatlán en el ejido Pueblo Nuevo son mínimos , señaló la delegada Nora Loera de la Paz.
En el acta que se levantó por parte de los inspectores de la Profepa los días 10 y 11 de junio en el ejido Pueblo Nuevo, se establece que los daños al medio ambiente encontrados por parte de las constructoras en su mayoría se trata de aceites olvidados, pero de un par de tambos, además de que se trabaja en la tierra con el aceite.
En la zona protegida denominada La Guacamayita, los daños no son tan grandes como se pensaba, de acuerdo con lo señalado por la delegada, quien aclara que las afectaciones no han impedido la reproducción de la guacamaya en la zona.
Reconoció que en el cerro de La Guacamayita se derrumbó una parte y el material se echó río abajo, por lo que la tierra se llevó consigo algunos árboles.
En la zona denominada falla geológica, dice que si bien es cierto es donde mayor daño existe, el mismo no es tan grande porque un cerro se desgajó y se fue río abajo, pero niega que todo esto podría traer mayores daños al medio ambiente.
Del tiradero de desechos de cemento mezclados con agua que hacen a cielo abierto y río abajo, precisa que sí se detectó esta situación, pero ya se dialogó con la Dirección Local de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para que sea esta instancia quien dialogue con las constructoras y evitar que se siga presentando esta situación.