Suplementos ¿o complementos?
¿Hasta qué punto los suplementos alimenticios pueden reemplazar una comida tradicional? ¿Qué tan saludables resultan para el organismo? Los expertos sugieren que su consumo siempre sea supervisado por un especialista.
Aunque su finalidad es contribuir a una alimentación más completa, su uso inadecuado puede traer consecuencias severas en la salud de quienes los consumen. Se trata de los suplementos alimenticios, cuyo uso debe ser vigilado por médicos especialistas.
María Dolores Parada Muñoz, licenciada en Nutrición del Instituto Mexicano del Seguro Social, explica que estos productos ayudan a mejorar la alimentación, sobre todo de quienes se encuentran en los extremos de la vida, es decir, menores y personas de la tercera edad.
En el caso de los adultos mayores, la nutrióloga recomienda su consumo ya que en ocasiones, debido a su avanzada edad, es casi imposible que se absorban todos los nutrientes, vitaminas y minerales de los alimentos, incluyendo frutas, verduras, proteínas y más. “Aunque consuman un kilo de alguna verdura no absorberán los nutrientes que necesitan a diario”, explica la nutrióloga. En esos casos es cuando se hace indispensable tomarlos.
De acuerdo con la especialista en nutrición, no todos los suplementos son buenos para cualquier caso, por ello se requiere que un médico lo prescriba de acuerdo a las necesidades de cada paciente.
Asimismo, señala que existen muchas marcas en el mercado que aseguran que con sólo tomar una malteada por la mañana se obtendrán todas las vitaminas, minerales y proteínas necesarias para iniciar el día, o bien, para cerrar el ciclo de actividades diarias.
Víctor Manuel Pérez Torres, dietista y nutricionista en el IMSS, indica que en algunos casos, estos productos que califica como «milagro», sólo inhiben el apetito dando un efecto de saciedad por algunas horas. Menciona que debido a su alto contenido de cafeína y otras sustancias -entre ellas la efedrina- pueden llegar a ocasionar daños graves a la salud como arritmias cardiacas, daños hepáticos, hipertensión, daños en el sistema nervioso central y en el sistema renal.
“Su función es inhibir el apetito, pero eso no garantiza que se va a perder peso; estos suplementos no cubren las necesidades del organismo, por eso nosotros nunca los recomendamos”, explica el dietista.
Pérez Torres comenta que este tipo de productos son una «trampa», sobre todo porque en lugar de ser utilizados como un suplemento, se adquieren para bajar de peso. “Lo ideal no es dejar de comer, sino llevar una dieta completa y balanceada que sea adecuada para cada persona, porque lo más saludable es bajar de peso comiendo”, expone Dolores Parada.
Por otro lado, comenta que los envases de estos productos «milagro» tienen una leyenda en la que se lee: “El consumo de este producto es responsabilidad de quien lo recomienda y de quien lo usa”; para ambos nutriólogos estas palabras son señales de alerta, que no deben dejarse pasar. “Eso te indica que algo puede pasar y que si lo tomas vas a correr el riesgo”, recalca el dietista Víctor Manuel Pérez.
DE ACUERDO A LAS NECESIDADES
Ambos nutriólogos del IMSS recomiendan consultar a un médico o especialista antes de tomar cualquier suplemento alimenticio para cubrir las necesidades nutricionales del cuerpo, pero sobre todo para evitar complicaciones en la salud, como ya se ha señalado.
Sean o no comerciales, la finalidad de los suplementos alimenticios no es bajar de peso, por ello deben adquirirse los que se adapten a las necesidades específicas de cada caso. “Esto depende mucho de la persona que se va a tratar, pues cuando no tiene ningún tipo de padecimiento se le podrá dar cualquier tipo de suplemento, pero si el paciente cuenta con un daño hepático o de pulmón, se tiene que buscar algo idóneo para su condición”, dice Víctor Manuel Pérez.
De acuerdo con Pérez, un suplemento alimenticio mal administrado, puede generar desde arritmias cardiacas hasta afectar el desarrollo motriz, en el caso de los menores de edad. “Incluso existen productos adecuados para personas diabéticas, “En estos casos los utilizamos en las colaciones de su dieta como suplemento, para que no pasen muchas horas en ayuno”, explica la nutrióloga.
Los especialistas en nutrición, reconocen que este tipo de productos han ganado «fama» debido a los elevados índices de obesidad que se registran en el país, por lo que sugieren estar muy alertas ante cualquier recomendación de medicamentos, suplementos u otro tipo de productos que ofrezcan perder aquellos «kilitos» que se han ido acumulando durante años debido a una mala alimentación.
“Lo más sano es tener una dieta balanceada y combinarla con un poco de ejercicio, en lugar de estar consumiendo suplementos que a la larga sólo dañarán tu salud”, declara la especialista.
QUÉ DICEN LAS LEYES MEXICANAS
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), explica que los suplementos alimenticios no pueden estar compuestos únicamente de vitaminas y minerales, pues si sólo estuvieran hechos de estas sustancias se trataría de un medicamento vitamínico, no de un suplemento alimenticio.
Y es que de acuerdo a la dependencia federal, este tipo de productos deben estar hechos a base de extractos vegetales, alimentos tradicionales, deshidratados o concentrados de frutas, adicionados o no de vitaminas y minerales, que puedan presentarse en forma farmacéutica y cuya función sea incrementar la ingesta dietética total, complementarla o suplir algún componente, de acuerdo al artículo 215, fracción V, de la Ley General de Salud.
Por otra parte, menciona que los suplementos tampoco pueden contener sustancias con acción farmacológica (naturales o sintéticas), por ejemplo: saw palmetto (planta), efedrina, anfetaminas, entre otras.
Dentro de los productos que los suplementos pueden contener están los carbohidratos, las proteínas, aminoácidos, ácidos grasos, metabolitos, plantas y algas.
De la misma forma, expresa que este tipo de productos no requiere registro sanitario, es decir, que no pasan por pruebas exhaustivas para demostrar su eficacia, calidad y seguridad antes de ser comercializados. Su vigilancia se realiza cuando ya están en el mercado, por lo que es importante que los productores actúen con responsabilidad y cumplan con los requisitos de ingredientes y etiquetado.
Los productores de suplementos presentan un trámite llamado «aviso de funcionamiento», donde declaran que inician operaciones de un cierto establecimiento donde se producirán determinados productos.
Al igual que los nutriólogos del Instituto Mexicano del Seguro Social, la Cofepris recomienda que antes de consumirlos, se debe consultar un profesional de salud, saber si realmente se necesita o si le ayudará de alguna manera a complementar, incrementar o suplir alguno de los componentes de su dieta, por ejemplo: vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos, aminoácidos, fibras, entre otros.
También indica que los suplementos no sirven para bajar de peso o curar enfermedades, únicamente para aportar al organismo nutrientes que su dieta habitual no contiene o que necesita en mayor cantidad.