Vaya escándalo que está aflorando en el Simas. El Sistema Municipal de Agua y Saneamiento, de Torreón, ha sido el sitio donde la camarilla de la actual administración ha hecho un verdadero nido de ratas.
El pasar de los meses cada vez hace inocultable lo que en infinidad de ocasiones ha venido ocurriendo en el mandato de Eduardo Olmos, presidente municipal de Torreón, que es el saqueo sistemático del patrimonio de la ciudad.
Salvo el asunto de seguridad, donde en medio de las circunstancias y con sus asegunes, el alcalde ha enfrentado el asunto, en todo lo demás impera la indolencia y desfachatez.
Tan es así que luego de que se ejerciera presión ciudadana salió a la luz pública que el Simas, cuya materia prima es el agua, opera con números rojos, amén de los actos que durante mucho tiempo manejó el excontralor de la paramunicipal, Mario Cepeda, hijo del eterno líder del PRI, del mismo nombre.
Cuando hace 4 años el Revolucionario se aprestó a arrebatarle al PAN la presidencia municipal de Torreón, Cepeda padre colaboró con el arrimo del voto en masa y a cambio colocó a su hijo en la caja de la empresa operadora de agua, para poder manejar el dinero de la misma a placer.
Jesús Campos, ahora exgerente del Simas, presentó su renuncia hace algunos días porque además del evidente saqueo que se realizó del organismo dentro de su gestión, se hizo público que él habría recibido la auditoría realizada por la Auditoría Superior del Estado en 2010, sobre el último año del gobierno de José Ángel Pérez, donde se contenía información que arrojaba elementos suficientes para solicitar la acción penal sobre cuatro exfuncionarios del Simas de aquel entonces: Alberto Díaz de León, gerente en aquella época; Luis Horacio Salmón, gerente técnico; Petar Petrov, contralor y José Ángel Meléndez, coordinador de planeación también de aquella época.
Campos archivó la auditoría recibida en 2010 y simplemente se le echó tierra al asunto. Cuatro años después, cuando no se puede evitar que se conozca que Simas ha sido arrasado, produjo entre otras cosas una investigación periodística que permite conocer que en tiempos de José Ángel, también se realizaron acciones para favorecer algunos bolsillos, tal como se desprende de la auditoría de aquel entonces.
No sé si la palabra sea indignación o hasta de un cierto asco, el saber con datos precisos de lo que han sido capaces de hacer con el Simas los últimos gobernantes de Torreón. De la presente, entre el cínico del contralor Lauro Villarreal, el pusilánime y responsable último de todo lo que sucede en el Municipio, el presidente Olmos, o el hasta la semana pasada gerente, don Jorge Campos, que accedió a que su bien ganado prestigio labrado con trabajo de años profesional, se fuera por la borda al ser parte (aunque pasiva tentativamente) de un engranaje que con desfachatez no vista ya desde hace lustros, roban o dejar robar en detrimento de todos los torreonenses.
Y en medio de esta desgracia para la ciudad, estalla el asunto de la auditoría enterrada de la última administración panista, que hace florecer las dudas o saber el motivo para que el corporativismo priista de Coahuila haya preferido guardarla en un cajón que haberla expuesto en su tiempo. Quizá pactaron en lo oscuro políticos del PRI y del PAN, para perdonarse sus pecados mutuos, porque el pensar que Campos la archivó por decisión propia, es ingenuo.
La auditoría en cuestión, establece fundamentalmente que el proyecto de los megatanques instalados en Torreón con una inversión mayor a los cien millones de pesos, se hizo de manera amañada con el objetivo preciso de materializar el proyecto; con la derrama económica que hace suponer que por obvias razones hubo beneficiados económicamente.
En caso de comprobarse que efectivamente el gasto que se hizo para la instalación de los tanques se realizó justificándolo de manera tramposa, los responsables implicados serían Díaz de León, Meléndez, Salmón y Petrov. De este último además, la auditoría informa que el Simas le adquirió seguros varios, vendidos por su esposa. Vaya asunto.
De los señalados, sólo Salmón ha dado la cara declarando que cuando dejó la gerencia técnica él entregó los tanques operando, habrá que comprobarse. De los otros tres, sólo se ha obtenido silencio.
José Ángel Pérez acudió a la Redacción de El Siglo de Torreón para en sus palabras intentar justificar lo que a leguas huele mal en el Simas cuándo él era Alcalde y Presidente del Consejo de la paraestatal. Utilizando sus argumentos de siempre, como ese cuentillo de que se quiere crear una "cortina de humo" para encubrir los desfalcos del gobierno de Olmos (que es obvio que los hay), hasta declarar que lo que sucede es que no lo pueden olvidar e incluso los llama "valientes" porque hasta ahora presentan las denuncias correspondientes.
Pérez asegura que dejó a la empresa de agua en números negros, cosa que nadie cuestiona. Lo que la auditoría señala es el daño patrimonial que se causó con la compra e instalación de Megatanques, no que se operara con números negativos.
El asunto es que es evidente que Simas está quebrado por esta administración, pero hay muchos indicios que en la de Pérez, también hizo aire. Sólo el resultado de las investigaciones lo determinará.