Acusaciones. Regresan acusaciones contra el exprimer ministro italiano. Reconocen autoridades que Silvio Berlusconi sí tenía un sistema para prostituir jóvencitas.
Silvio Berlusconi es culpable de concusión y prostitución de menor y gozaba de un "sistema prostitutivo" para su placer sexual, aseguró ayer uno de los fiscales del llamado "proceso Ruby", que concluirá en los próximos días.
"Los elementos de prueba convergen inequívocamente en la responsabilidad del imputado", declaró ayer por la tarde el fiscal Antonio Sangermano en una audiencia ante el Tribunal de Milán, en el que el exprimer ministro italiano es enjuiciado.
Explicó que las veladas en las residencias del expremier "eran expresión de un probado sistema prostitutivo organizado para satisfacer el placer sexual de Silvio Berlusconi".
Sangermano forma parte del equipo de fiscales que piden condenar a Berlusconi por prostitución de menor y concusión.
Ello porque habría pagado a la marroquí Karima El Mahroug, alias Ruby, a cambio de sexo cuando ella era menor de edad y debido a que en 2010, cuando era jefe de gobierno, habría presionado a la Policía de Milán para que liberara a la chica, que había sido arrestada por robo.
Según los fiscales, el sistema "prostitutivo" era organizado por la exconsejera regional del partido de Berlusconi, Nicole Minetti; por el representante artístico Lele Mora y por el periodista Emilio Fede, que en un juicio separado son acusados de inducción a la prostitución.
"Será demostrada de manera incontrovertible la naturaleza de los eventos organizados en la casa del imputado con el fin de satisfacer su lujuria", declaró Sangermano durante su requisitoria ante el colegio juzgante.
Subrayó que "es totalmente infundado que las veladas de Arcore (donde se encuentra la principal mansión de Berlusconi) fuesen cenas normales amenizadas con algunos episodios de burlesque", como sostiene el ex primer ministro.
"El sistema preveía la retribución por parte del expremier a las mujeres por los actos sexuales realizados. Era dinero de contado o con giros bancarios, casas en la vía Olgettina (de Milán), pero también perspectivas de oportunidades profesionales o políticas para las jóvenes mujeres", explicó. Para el magistrado, existe además una "macroscópica" anomalía, debido a que el imputado "ha comenzado a pagar dos mil 500 euros mensuales a gran parte de los testigos a su favor".
Sangermano se refería al hecho, reconocido por el propio Berlusconi, de que mantiene económicamente a más de 40 mujeres que asistían a sus veladas, bajo el argumento de que debido al escándalo perdieron sus empleos.
Asimismo, el fiscal aseguró que Nicole Minetti era una figura central en las veladas del expremier, pues no solamente reclutaba mujeres, sino también cumplía "actos prostitutivos recibiendo dinero de Berlusconi".
