La ilusión y esperanza de los seguidores mexicanos del deporte más popular del mundo, el futbol, regresa. Personas dispuestas a apoyar a su equipo hasta alcanzar la gloria vuelven a los complejos que los cobijan y se enfunden nuevamente en los colores con los que se identifican. Pasión y color se desbordan nuevamente en los estadios. Sentimientos variables se hacen sentir de nueva cuenta en todos y cada uno de los encuentros de lo que hace apenas cuatro días comenzó, el Torneo Clausura 2013.
La tercera llamada se consumó y la Liga MX ha regresado. Una liga tan criticada por el sistema futbolístico establecido, pero que sin duda alguna su afición mostraba tanta avidez por gritar goles y apoyar a su equipo, por desgarrarse la garganta en cada jugada.
Nuevos retos y expectativas para cada uno de los 18 equipos forman parte de este nuevo torneo; la lucha de dos equipos por mantener la categoría de primera división, la defensa del campeonato por parte del Xolaje, la necesidad de venganza de los demás equipos norteños por volver a ser los equipos protagonistas que nos han venido acostumbrando en las últimas competiciones y la lucha de los equipos "grandes" por demostrar que en realidad lo son actualmente y no por la historia que los persigue de hace mucho tiempo.
Son 167 partidos los que conforman la totalidad del Clausura 2013, incluyendo fase regular y liguilla. Hay 167 nuevas oportunidades para presenciar en unión esta maravillosa obra deportiva.
Como buenos mexicanos, un partido de futbol lo utilizamos, sin importar los equipos que jueguen, como pretexto para juntarnos con los amigos y personas que llevan nuestra sangre. ¡Dichosos sean aquellos que además de hacer su papel de aficionado, aprovechan el torneo para unirse con amistades o familiares!
Unidos, en un país sumergido y violento, es una opción viable para distraernos de tan grave situación que atraviesa el territorio mexicano. Es quizá por eso que el pueblo mexicano ama tanto el futbol, por hacernos estar lejanos de la realidad política, del acontecer diario del que somos bombardeados por todos los medios.
Qué bonito sería que los retumbes que suenen en México sean los de los tambores en los estadios y no los de las balas en las calles. Que los únicos disparos de los que hablen en los medios de comunicación sean los que son a gol y no los ocasionados por armas de fuego.
Damos calurosamente hoy la bienvenida a este nuevo torneo. Que la más grande fiesta que puede haber en el país no deje de ser un verdadero festival para los que disfrutan este deporte y no pierda jamás su esencia.
Clausura 2013. Si se tratase de una obra teatral, tendría actores privilegiados en cada una de las funciones que se presentan en diversas ciudades y un público espectador imponente. Tercera llamada: Comenzamos. ¡Que ruede el balón y se escuchen esos gritos de gol!
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