Premio. El cantante ganó el título, según una encuesta.
Aunque ya lleva varios años en la música, sin dudas que 2013 fue el año de la explosión de Robin Thicke: Primero, por el éxito planetario que consiguió al alero de la canción Blurred Lines y, luego, por su comentada -y polémica- presentación junto a Miley Cyrus en los premios MTV.
Sin embargo, puede que esos mismos dos hitos hayan sido el factor determinante a la hora de recibir uno de los galardones menos honoríficos que un artista pueda recibir: El de "sexista del año", entregado por una coalición británica.
Según informa The Guardian, Thicke lideró una encuesta realizada por Fin de la Violencia contra la Mujer, organismo que reúne a más de 60 agrupaciones que defienden los derechos de las mujeres.